La infección de orina es el motivo de consulta de mayor frecuencia en España. Descubre en este artículo cómo tratar desde casa la infección de orina durante el embarazo con estos sencillos consejos.
La incidencia de las infecciones de orina se estima en 5-10% de todos los embarazos. Aunque la mayor parte de las veces se trata de bacteriurias asintomáticas (2-11%), en ocasiones son procesos clínicos sintomáticos como cistitis (1,5%) o pielonefritis (1-2%)
Obstetricia SEG. Protocolo SEGO. INFECCIÓN URINARIA Y GESTACIÓN (actualizado Febrero 2013). Prog Obstet Ginecol. 2013. http://dx.doi.org/10.1016/j.pog.2013.09.001
Lograste quedar embarazada, ¡enhorabuena! Realizaste el diagnóstico en casa, de una manera sencilla, practica y a un bajo coste. Debes iniciar el control del embarazo mes a mes y conocer que existen infecciones potencialmente peligrosas que pueden poner en riesgo tu salud y la de tu bebé.
Tal es el caso de la infección de orina que, siendo el motivo de consulta más frecuente en España, sabemos que puede evitarse e incluso sobrellevarla en casa con unos simples consejos, siguiendo por supuesto las indicaciones de tu médico de confianza.
¿Cómo saber que tienes infección de orina?
El dolor en el bajo vientre y el dolor de riñón o de espalda baja es uno de los síntomas mas frecuentes y de alta sospecha de infección de orina. Con un porcentaje de aproximadamente 70% de aparición en infección de orina se encuentra la cistitis, que engloba el tenesmo vesical, la urgencia miccional o cistitis y el dolor al orinar.
La infección de orina normalmente se acompaña de los siguientes síntomas:
- Dolor lumbar o dolor de riñón: Dolor en la parte baja de la espalda.
- Urgencia miccional: Son las ganas frecuentes de orinar, generalmente se acompaña de dolor. Se relaciona comúnmente a cistitis
- En mujeres: Escalofríos y fiebre los cuáles son signos de alarma.
Ante estos síntomas, puedes salir de dudas antes de realizar una visita al médico realizándote en casa un análisis de orina con tira reactiva, que nos puede orientar con un 99% de eficacia hacia el diagnóstico de infección de orina.
¿Qué podemos hacer en casa?
Tomando en cuenta las tres formas más frecuentes de infección en la orina, la más común en el embarazo es la bacteriuria asintomática o sintomática.
Bacteriuria: Es la presencia de bacterias en la orina de la embarazada en ausencia de síntomas clínicos. Su prevalencia es del 2-11%, siendo más frecuente en multıparas, mujeres con nivel socioeconómico bajo, infección urinaria previa, diabetes y otras enfermedades
Sociedad Española de Ginecologia y Obstetricia.
¿Sabías que desde casa y con las medidas adecuadas puedes manejar esta enfermedad tan frecuente en el embarazo?
La respuesta es ¡SI! Sigue estos sencillos consejos:
Alimentación.
- Arándanos: Tu fruta imprescindible en las infecciones de orina: Ricos en un flavonoide llamado proantocianina que combate la adhesión de las bacterias a la vejiga mediante un mecanismo poco conocido, evitando así la infección de orina. Puedes consumirlo en zumos o mediante la baya directamente. Pero si lo tuyo no es esta fruta, puedes consumirlo cómodamente en cápsulas disponibles en esta página web a un clic de distancia.
- Alimentos diuréticos: Apio, manzanas, arándanos, cítricos como naranja, piña y limón. Incorpóralos a tu dieta regular, te ayudarán a orinar y a disminuir la inflamación que conlleva el estado de gravidez.
- El consumo abundante de agua, nuestro gran aliado: Estimular la formación de orina es una técnica de gran ayuda para limpiar y depurar tanto el organismo como nuestro sistema renal. Con sólo consumir 8 vasos de agua al día estimulamos la diuresis diaria evitando así la colonización de bacterias en nuestra vía urinaria.
A tener en cuenta.
- Cultivo de orina o urocultivo: En la primera consulta y seguimiento constante en las consultas obstétricas, el diagnostico precoz y el cultivo de orina hacen más fácil el manejo de las infecciones de orina. La bacteria más frecuente en este tipo de patologías es la E. Coli, bacteria común en el tracto gastrointestinal, cuya razón principal es la mala técnica de aseo, la cual que infecta la uretra y por ende, es el principal agente causal de infección en la orina.
- El aseo íntimo regular: Remedio infalible para evitar infecciones como cistitis o la vaginosis bacteriana mediante el uso regular de jabones íntimos de ph neutro y una técnica de aseo adecuada. Limpiándonos de adelante hacia atrás evitamos incómodas infecciones, irritaciones y molestias a la hora de orinar.
La mayoría de las infecciones de orina se producen por microrganismos del tracto gastrointestinal. Aún con un tratamiento adecuado, la paciente puede tener una reinfección del reservorio rectal. La recurrencia se produce en el 4 al 5 por ciento de los embarazos aproximadamente.
Las medidas de prevención en casa son una importante ayuda para evitar la infección, recurrencia y recaídas de la misma.
¿Qué riesgo corre mi bebé si tengo una infección de orina?
Las complicaciones maternas y neonatales pueden ser devastadoras. El 30% de las pacientes con bacteriuria asintomática no tratada desarrollan cistitis sintomática, y cerca del 50 por ciento desarrollan una pielonefritis. La bacteriuria está asociada con retardo de crecimiento intrauterino y recién nacidos de bajo peso. Las infecciones de orina se relacionan con parto prematuro, anemia y amnionitis.
Las complicaciones neonatales incluyen la sepsis, la neumonía por estreptococo grupo B, todas las complicaciones relacionadas con la prematurez y el bajo peso.
El American College of Obstetrics and Gynecology recomienda realizar un urocultivo entre las 12 y 16 semanas y otro en el tercer trimestre, porque la orina de las pacientes tratadas puede no permanecer estéril durante todo el embarazo.
El diagnóstico precoz y manejo de la infección de orina en el embarazo te permite prevenir complicaciones y afectación del desarrollo del bebe como el bajo peso al nacer y la sepsis neonatal.
Siguiendo estos prácticos consejos y haciendo un seguimiento regular en tu embarazo puedes evitar la aparición de la infección de orina y, por ende, disminuir considerablemente el riesgo de complicaciones del embarazo que podrían afectar tu vida y el desarrollo de tu bebé.
Apóyate en un estilo de vida saludable y en tu médico de cabecera para tener un embarazo saludable sin complicaciones, ¡en prevenir esta la meta! Estamos para ayudarte.