VIH son las iniciales de Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Se trata de un virus con el que las personas se pueden infectar y posteriormente transmitirlo a otros.
Cuando alguien se infecta con el VIH este comienza a atacar a su sistema inmune, es decir, debilita las defensas del cuerpo contra la enfermedad lo que por lo general no es un proceso visible ni sintomático. Una vez que alguien se infecta con VIH la infección durará toda la vida.
¿Qué hace que se desarrolle el virus de inmunodeficiencia humana?
La sangre está compuesta por un fluido conocido como plasma y tres tipos de células: los glóbulos rojos, responsables de transportar oxígeno y darle su color a la sangre; las plaquetas, que se encargan de la coagulación sanguínea; y los glóbulos blancos, cuya misión es defender el cuerpo contra gérmenes e infecciones de todo tipo. Uno de los tipos más importantes de glóbulos blancos son los llamados linfocitos T-Helper o T-Colaboradores (por lo general identificados con las siglas CD4). Los CD4 son cruciales para coordinar todas las acciones del sistema inmune.
El virus de inmunodeficiencia infecta las células tanto del sistema inmune como del sistema nervioso central, siendo el blanco principal del virus los CD4. Al igual que cualquier otro virus, el VIH lo único que quiere hacer es reproducirse una y otra vez, de manera que una vez que un CD4 es atacado se convierte en una fábrica de virus hasta que la célula muere en el proceso (unos dos días después de ser infectada) liberando una gran cantidad de virus que irán a atacar otros CD4.
Al principio, los CD4 lucharán contra la infección del VIH, por lo que la misma pasa desapercibida hasta que han transcurrido varios años. Sin embargo, los CD4 no logran destruir completamente el virus del VIH, por lo que las propias células del sistema inmune continúan bajo ataque continuamente hasta que eventualmente su cantidad decae sustancialmente y es cuando aparecen los síntomas de la enfermedad como fiebre, sudoración nocturna, diarrea y/o ganglios linfáticos inflamados, síntomas estos que se prolongan por varias semanas.
¿Qué es el SIDA?
SIDA es el acrónimo de Sindrome de Inmunodeficiencia Adquirida, aunque el término rara vez se usa en la práctica clínica, prefiriéndose usar en su lugar infección avanzada por VIH. Antes de la aparición de los tratamientos efectivos contra el VIH, el SIDA era una etapa en la que inexorablemente entraría cualquier persona infectada con el virus, algo que ya no sucede debido a los diversos tratamientos disponibles.
Se dice que una persona tiene SIDA cuando después de transcurridos varios años de la infección inicial con el VIH, comienza a presentar distintas enfermedades raras o tipos de cáncer muy infrecuentes en condiciones normales, esto debido a la inmunodeficiencia.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se encuentra en los fluidos sexuales y la sangre de las personas. También se ha encontrado en la leche materna de mujeres infectadas, siendo por esto que existen dos formas principales de transmisión del virus. La primera es manteniendo relaciones sexuales con penetración (el pene entra en la vagina o el ano) sin protección, y la segunda con el uso de jeringas y agujas compartidas.
Además, el VIH se puede transmitir de la madre al hijo justo antes o durante el parto. Se han reportado también casos de contagio del VIH a través del sexo oral aunque esto es muy infrecuente.
No es posible contagiarse con el VIH a través del contacto regular tal como tocar, abrazar o compartir los cubiertos con una persona infectada. Además, tampoco es posible la transmisión a través de picaduras de insectos, por el uso del WC o el consumo de alimentos que han sido preparados por una persona VIH positivo.
¿Cómo se puede evitar el contagio con el virus?
Se puede evitar el contagio con el VIH practicando el sexo seguro, esto quiere decir, actividades sexuales que no impliquen el intercambio de fluidos corporales con la parjea. El sexo seguro incluye besos, caricias y masturbación mutua. Si se usa un condón de manera adecuada y consetudinariamente, este actuará como una barrera física haciendo más difícil que el virus pase de una persona a otra.
Si se usan drogas inyectadas, se debe estar seguro de usar sólo jeringas nuevas y no compartirlas nunca con nadie.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
La mayoría de las personas infectadas por el virus de inmunodeficiencia no tienen ningún tipo de síntomaen las primeras etapas, de hecho, ignoran que están enfermos y trasmiten la enfermedad a todos sus contactos sexuales.
El médico puede sospechar la presencia de infección por VIH debido a que la persona comienza a presentar varias infecciones inusuales conocidas como “infecciones oportunistas” así como tumores o cáncer poco frecuentes. Entre las enfermedades oportunistas más comunes se encuentran:
- Candidiasis – en la boca, área genital o vía digestiva (esófago)
- Infección por Virus del Herpes Simplex – se trata de un virus que puede generar úlceras o herpes genital
- Toxoplasmosis – un parásito que puede afectar tanto los pulmones como el sistema nervioso central
- Citomegalovirus (CMV) – un virus que puede causar neumonía, infecciones intestinales e infecciones oculares severas que pueden llegar a causar ceguera.
- Complejo Mycobacterium Avium – se trata de una infección que puede causar fiebre alta, diarrea y pérdida de peso. Si se disemina puede causar sepsis, hepatitis o neumonía.
- Tuberculosis.
- Neumonía por Pneumocystis jirovecii – se trata de una infección que puede causar un tipo de neumonía mortal
- Sarcoma de Kaposi – se trata de un tipo de cáncer donde aparecen lesiones rojas-purpúreas en la piel y la mucosa de la boca
- Neuropatía periférica – se trata de una infección de los nervios que se desarrolla como un efecto colateral de los medicamentos usados para tratar el VIH o el resultado de alguna de las infecciones previamente mencionadas (la neuropatía puede ser un problema menor o una condición severa e incapacitante que produce dificultad incluso para sentarse o caminar)
¿Cuáles son las etapas de la infección por VIH?
La infección por VIH se puede dividir en cuatro etapas:
Primera Etapa – Primoinfección
Esta etapa de la infección dura unas pocas semanas y por lo general se acompaña de síntomas similares a los de la gripe, los cuales inician poco después de la infección. En esta etapa, los análisis para detectar VIH aún no dan positivo.
Segunda Etapa– Estadío clínico asintomático
Esta etapa puede durar en promedio 10 años y, como su nombre lo indica, no hay ningún tipo de síntoma, aunque algunos ganglios linfáticos podrían estar inflamados. La infección por VIH persiste y en este momento los resultados de las pruebas de detección si dan positivo.
Tercera Etapa– Infección sintomática por VIH
A lo largo del tiempo, la inmunodeficiencia crece y el sistema inmune pierde su capacidad de contener al VIH debido a tres razones principales:
1. Los ganglios linfáticos y los tejidos se dañan debido a años de actividad del virus.
2. El VIH se hace más fuentes y presenta más variaciones genéticas (mutaciones), lo que hace que cada vez se destruyan más CD4.
3. El cuerpo no logra reemplazar todos los CD4 que se van perdiendo
Como resultado de esto, comienzan a aparecer infecciones y tumores como los descritos previamente que en condiciones normales no aparecerían. Es en este momento cuando se presentan la infección sintomática por VIH.
Cuarta Etapa– Progresión de infección por VIH a SIDA o, técnicamente hablando, Infección Avanzada por VIH
Conforme el sistema inmune resulta más y más daños, las enfermedades oportunistas que se presentan son cada vez más severas, por lo que se realiza el diagnóstico de SIDA. Aún así hay personas con VIH que están muy enfermas y todavía con cumplen con los criterios para ser catalogados como pacientes con SIDA.
¿Qué tratamientos existen contra el virus?
No existe cura para esta enfermedad ni tampoco una vacuna para evitar el contagio.
Sin embargo, en la actualidad se cuenta con una amplia gama de tratamientos, los cuales se ha demostrado con múltiples investigaciones que son más efectivos cuando se usan de manera combinada (tratamiento anti VIH combinado) haciendo que el daño infringido por el virus al sistema inmune sea más lenta.
Cuando el tratamiento es exitoso, puede mejorar la salud de la persona infectada a tal punto que no evolucionan a la etapa cuatro de la infección. Una minoría de los pacientes no logra mejorar con el tratamiento contra el VIH, aunque la gran mayoría alcanza una mejoría de salud tan notable que logran retomar sus trabajos y rutinas diarias.
Algunos investigadores creen que las drogas anti-VIH más potentes desarrolladas recientemente podrían eliminar todas las réplicas del VIH en un paciente si se toman por varios años, aunque hasta la fecha no se ha reportado ningún caso que arroje este resultado.
¿Debo realizarme una prueba de detección del virus de inmunodeficiencia?
Si se tiene alguna preocupación sobre la posibilidad de estar contagiado con VIH, tanto el médico como el personal sanitario de las clínicas especializadas en patología genito urinaria, pueden ayudar a decidir si es necesario realizar o no una prueba de VIH, aunque la decisión final siempre es del interesado.
No hay un síntoma específico que pueda orientar sobre la posibilidad de infección por VIH, de manera que la única forma de saberlo a ciencia cierta es realizando una prueba de anticuerpos. Esta prueba busca la presencia de anticuerpos contra el VIH en la sangre de la persona. Sin embargo, hay que recordar que toma en promedio tres meses desde la primoinfección para que se produzcan los anticuerpos contra el VIH a un nivel lo suficientemente alto como para que sean detectados por la prueba.
Los resultados de la prueba de detección de VIH pueden estar listos en un tiempo tan breve como unas pocas horas o tardar hasta una semana. Por ello, es necesario comunicar al laboratorio en el momento de hacer la cita si se desea los resultados el mismo día.
El resultado de la prueba es estrictamente confidencial, al punto que el personal del laboratorio hace la recomendación al paciente de comunicarle los resultados al médico pero en ningún caso se lo informan directamente a menos que la persona así lo autorice.
Viviendo con VIH
Las personas infectadas con VIH necesitarán realizarse dos pruebas periódicamente para monitorizar la infección y evaluar que tan bien está funcionando el tratamiento.
Conteo de CD4 – con esta prueba se mide la cantidad de CD4 en la sangre, lo cual da una idea muy exacta de cómo está evolucionando la infección. Mientras más bajo el número de CD4 (por lo general el umbral es 200) más posibilidades hay de una infección oportunista. Las personas saludables tienen entre 800 y 1.5000 CD4 por mililitro de sangre.
Carga viral – con este estudio se mide la cantidad de réplicas del VIH en la sangre. Mientras más alta la carga viral, más virus hay en la sangre. Junto con el conteo de CD4, la carga viral le ayuda al médico a decidir cuando iniciar o cambiar el tratamiento.
Además el médico puede indicar vacunación para prevenir infecciones como la neumonía y la influenza.
En los casos de fumadores o donde se usan medicamentos que no han sido prescritos por el médico, se debe interrumpir su uso a menos que se indicado por el especialista. Además, se debe procurar llevar una dieta sana y balanceada además de realizar ejercicio físico regularmente (siempre que sea posible) y buscar tiempo para relajarse, asegurándose siempre de tener una buena calidad de sueño.
¿Qué sucede si tengo el virus de inmunodeficiencia humana?
Vivir sabiendo que se padece una condición potencialmente mortal es muy estresante, por lo que será necesario invertir bastante tiempo extra en el cuidado de la salud. Además, es importante evitar contagiar a otras personas. Todos los pacientes VIH positivo deben ser evaluados por un especialista en esta enfermedad de manera que se decida cuando es el mejor momento para iniciar el tratamiento.
Es importante recalcar que el VIH no se contagia por el contacto diario, rutinario, social con personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana.