El cáncer de ovario es un tipo de tumor maligno que se desarrolla en uno o ambos ovarios cuando sus células se multiplican muy rápido y de manera descontrolada. Un grupo de células que crecen sin control es lo que se conoce como un tumor. En ocasiones las células cancerígenas son capaces de ir más allá de los límites del propio tumor y formar nuevos tumores en otras partes del cuerpo
Los ovarios forman parte del sistema reproductor femenino y cada uno tiene la forma y el tamaño de una almendra. Cada mes se libera un óvulo de uno de los ovarios el cual pasa a través de las trompas de Falopio hacia la matriz (útero). Si los espermatozoides no fertilizan al óvulo este es expulsado del cuerpo en conjunto con el revestimiento interno del útero, lo cual se conoce como menstruación. Los ovarios además de los óvulos también son los responsables de producir las hormonas sexuales femeninas conocidas como estrógeno y progesterona, ambas responsables del desarrollo del cuerpo de la mujer.
¿Cuáles son las causas del cáncer de ovario?
Se desconoce la causa exacta del cáncer de ovario, sin embargo este es más común en las mujeres que no tuvieron hijos y en las fumadores. Hay evidencia muy sólida que indica que las mujeres que usan píldoras anticonceptivas de manera regular tienen menor riesgo de desarrollo de cáncer de ovario al punto que mientras más tiempo se ha usado la píldora, mayor el nivel de protección contra este tipo de cáncer.
¿Tengo riesgo de sufrir esta enfermedad?
El cáncer de ovario es más común en mujeres mayores de 50 años y en muy raras ocasiones puede desarrollarse de manera hereditaria. Además, existe un aumento del riesgo de padecerlo si ya se tiene el diagnóstico previo de cáncer de mama o cáncer de colon.
Síntomas del cáncer de ovario
El cáncer de ovario puede crecer por algún tiempo antes de ser los suficientemente grande como para causar síntomas. En ocasiones, estos tumores se descubren de manera incidental durante una evaluación abdominal o pélvica debida a otra causa.
Cuando se presentan síntomas estos pueden incluir:
- Inflamación o dolor abdominal
- Pérdida de apetito o sensación de saciedad con comidas muy ligeras
- Necesidad de orinar constantemente
- Náusea y sensación de distensión abdominal
- Constipación crónica o diarrea
- Molestias durante el acto sexual
- Sangramiento vaginal anormal (uno de los síntomas más raros)
Algunos cáncer de ovario producen la hormona masculina conocida como testosterona y en consecuencia se presentan cambios físicos específicos tales como el aumento del vello facial y corporal, cambio en el tono de voz el cual tiende a hacerse más grave, masculinización del cuerpo y ausencia de menstruación.
Si presentas alguno de los síntomas previamente mencionados, deberías concertar una cita con tu médico, ya que aunque muchos de estos síntomas pueden deberse a condiciones banales, es necesaria la evaluación por un profesional para poder descartar la presencia de alguna condición más seria.
¿Cómo se diagnostica este tipo de cáncer?
El cáncer de ovario puede ser difícil de diagnosticar. En los casos donde el médico sospecha que pueda haber cáncer de ovario por lo general se iniciará solicitando unas pruebas de sangre; a partir de allí se realizarán evaluaciones más complejas que incluyen un examen vagina detallado así como un ultrasonido.
Por lo general es necesario realizar una laparotomía para llegar al diagnóstico final de cáncer de ovario; esto implica realizar una cirugía durante la cual el médico examinará el interior del abdomen con un cámara y tomará una muestra de tejido (biopsia) para ser examinada. Dado que para realizar la operación es necesario realizar un par de pequeñas incisiones en el bajo vientre para introducir la cámara, será necesario tomar un par de puntos para cerrarlas. Si el médico considera que existen muchas posibilidades de que los síntomas se deban a cáncer de ovario quizás esta sea la única prueba diagnóstica que se necesite hacer.
¿Cuáles son los tratamientos disponibles para el cáncer de ovario?
Al igual que con la mayoría de los tipos de cáncer, el tratamiento depende del tipo y tamaño del tumor así como del estado general del enfermo. Por lo general para el cáncer de ovario se recomienda realizar cirugía a fin de remover el tumor, lo cual implica además retirar el útero (histerectomía) y ambos ovarios con las trompas de Falopio. El objetivo de esta cirugía de retirar tanto tejido canceroso como sea posible.
Antes y después de la cirugía se puede administrar quimioterapia mientras que la radioterapia suele ser menos común en el tratamiento del cáncer de ovario.
Según cada caso el médico discutirá con el paciente cuales son las mejores opciones de tratamiento disponibles.