Los tejidos y órganos del organismo están constituidos por más de 100 millones de pequeños ladrillos de construcción llamados células. El cáncer aparece cuando algo va mal justo a nivel celular y aunque las células de diferentes partes del cuerpo pueden verse y trabajar de maneras diferentes, en general crecen, se dividen y se reparan a sí mismas más o menos de la misma manera.

Por lo general la división de las células ocurre de forma controlada y cuando por alguna razón se pierde dicho control estas comienzan a crecer de manera desordenada formando una masa llamada tumor, el cual puede ser benigno o maligno.

Si este proceso ocurre en las células que forman la glándula mamaria, entonces se habla de un tumor de mama que, de ser maligno, se conoce como cáncer de mama.

El cáncer de mama es una enfermedad muy compleja con muchos tipos diferentes de tratamientos. De hecho, a diario se hacen nuevos descubrimientos que ayudan a mejorar la detección temprana y amplían la gama de tratamientos disponibles para curar dicha enfermedad aunque, como en todos los casos, mientras más temprano se detecte el cáncer más probabilidades de recuperación completa.

¿Cómo puedo saber si tengo cáncer de mama?

Es muy importante que cada mujer conozca detalladamente sus mamas y como estas cambian a lo largo del tiempo. El tamaño y la forma de la mama varían considerablemente de mujer a mujer y lo mismo ocurre con la configuración del pezón. De allí la importancia del autoconocimiento de la mama derivado del examen regular de las mismas, a fin de familiarizarse con sus características únicas y particulares, lo que hace que se pueda diferenciar rápidamente lo que es normal de cualquier hallazgo nuevo y anormal.

Hay que recordar que muchos factores influyen en las características de la mama a lo largo del mes como los niveles hormonales durante el ciclo menstrual. Es por ello que justo antes de la menstruación, las glándulas mamarias suelen estar un poco más firmes y sensibles.

¿Cuándo debería examinarme las mamas?

A partir de los 18 años las mamas se deben examinar al menos una vez al mes, e incluso más considerando que muchas mujeres experimentan cambios en las características de sus mamas a lo largo del período menstrual. Por lo común antes de la regla las mamas tienden a sentirse nodulares y firmes, tornándose más blandas inmediatamente después, por tanto durante esta transición es buen momento para examinar las glándulas de manera que se conozca el espectro completo de características. Después de la menopausia, las mamas tienden a hacerse más blandas y menos nodulares.

Una vez que una mujer conoce al detalle sus glándulas mamarias, podrá identificar cualquier cambio anormal tan pronto este aparezca.

DURANTE EL BAÑO 

breast cancer

Los dedos deslizan más suave sobre la piel. Para hacerlo se debe elevar el brazo izquierdo sobre la cabeza y examinar la mama izquierda con la mano derecha suavemente y describiendo círculos desde el pezón hacia afuera. No se deben exprimir ni aplastar las mamas, además es muy importante evaluar el área de la clavícula y la axila en busca de masas o inflamación.

FRENTE A UN ESPEJO 

breast cancer

Se deben colocar las manos sobre las caderas y hacer presión sobre estas de manera que se contraigan los músculos del pecho. Esto con la finalidad de hacer más notorio cualquier cambio, una vez hecho esto se coloca ambas manos detrás de la cabeza y se busca cualquier tipo de irregularidad o asimetría en la piel que recubre la mama.

A continuación, una de las manos se coloca sobre la cabeza y con la otra se examina la mama contralateral, tal como se hace en la ducha. Es importante examinar la mama frente al espejo al menos desde varios ángulos, es decir, de frente, de lado y mientras cuelgan.

ACOSTADA 

breast cancer

Se debe colocar una almohada bajo el hombro izquierdo y esa mano sobre la cabeza, examinando entonces la mama izquierda con la mano derecha describiendo siempre un patrón circular. Se debe evaluar cualquier cambio en la dirección del pezón, arrugas en el área de la areola o cambios en la piel que recuerden la cáscara de una naranja. El proceso se debe repetir en ambos lados, además se debe oprimir el pezón suavemente para evaluar si existe cualquier tipo de secreción.

Hay algunos otros signos que se deben buscar durante el autoexamen mamario, por tanto de rutina se debe evaluar:

  • Cualquier cambio en la forma o tamaño de la mama – ya que en ocasiones una glándula mamaria aumenta considerablemente de tamaño respecto a la otra.
  • Pezón umbilicado – el pezón está invertido, va hacia adentro de la mama en lugar de hacerlo hacia afuera
  • Cambios en el tamaño, forma o posición del pezón
  • Inflamación o nódulos en las axilas
  • Secreción sanguinolenta a través del pezón – un síntoma poco común
  • Erupción sobre el pezón o el área circundante (muy poco frecuente)
  • Las venas están más dilatadas de lo normal
  • Cualquier cambio en la mama que no se haya visto en exámenes previos

Se debe recordar que después de cualquier cambio en la mama respecto a los hallazgos habituales en una mujer se debe pautar una cita con el médico a la brevedad posible.

Además del cáncer, ¿qué más puede causar nódulos o endurecimiento de la mama?

La buena noticia es que 9 de cada 10 nódulos mamarios no son cáncer, sino enfermedad benigna y, aunque muchos de estos problemas pueden llegar a ser molestos y dolorosos, por lo general se tratan de fácil y rápido.

Hay dos tipos de nódulos mamarios en las mujeres:-

  • Quistes – estos son tumores llenos de líquido los cuales varían de tamaño, los mismos pueden eliminarse si son muy dolorosos aunque por lo general desaparecen sin necesidad de tratamiento alguno
  • Fibroadenomas – estas son masas firmes e indoloras constituidas por tejido fibroso y glandular. Estas masas se pueden extirpar fácilmente mediante cirugía si son muy molestas.

El dolor de la glándula mamaria también conocido como mastalgia es un problema que sufren muchas mujeres en algún momento de su vida. El dolor por lo general aparece justo antes de la menstruación y puede mejorar con la prescripción de algún analgésico. Tal como sucede con cualquier cambio en la mama, se debe notificar al médico de inmediato cuando aparece cualquier nódulo o dolor localizados en la glándula mamaria.

¿Tengo riesgo de sufrir de cáncer de mama? 

Se estima que hasta 1 de cada 10 mujeres desarrollarán cáncer de mama durante su vida. El cáncer de mama puede aparecer a cualquier edad aunque más del 90% de los casos suceden después de los 45 años, siendo muy infrecuente por debajo de los 40.

El cáncer de mama puede afectar tanto a hombres como a mujeres aunque la proporción es 10 a 1 en favor de la mujeres. Sin embargo, los hombres que presenten cambios a nivel de las tetillas deben consultar con el médico de inmediato.

En las mujeres el riesgo aumenta si dos o más familiares consanguíneos han tenido cáncer de mama, siendo este riesgo aún mayor si la madre o una hermana sufrieron la enfermedad antes de los 50 años.

Los estudios sugieren que el uso de la píldora anticonceptiva y la terapia de reemplazo hormonal aumentan discretamente el riesgo de desarrollar cáncer de mama, disminuyendo este incremento de riesgo una vez que se discontinúa el uso de tales medicamentos.

Por otra parte las mujeres que inician su menstruación muy temprano en la vida o aquellas que tienen una menopausia tardía también tienden a tener un riesgo más alto de sufrir de cáncer de mama.

¿Hay algo que se pueda hacer para reducir las posibilidades de sufrir de cáncer de mama?

En general se recomienda llevar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular así como una dieta sana y balanceada. Por otra parte, se debe limitar el consumo de bebidas alcohólicas, sin exceder los límites recomendados los cuales son 3 a 4 unidades de alcohol para las mujeres, ya que esta cantidad de alcohol no debería representar ningún riesgo para la salud.

La estrategia principal para disminuir el riesgo es dejar de fumar. Además, sin importar la edad, se recomienda el autoexamen mamario de rutina (tal como se describió previamente).

¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama?

El cáncer de mama se puede detectar de manera precoz con las pruebas de pesquisa, incluso mucho antes de que pueda ser detectado por la mujer durante el autoexamen. Cuando el cáncer de mama se detecta temprano hay más posibilidades de un tratamiento exitosos.

La pesquisa de cáncer de mama suele realizarse mediante mamografía (por encima de los 45 años) lo cual implica realizar una radiografía de ambas mamas. Las placas obtenidas son evaluadas en busca de cualquier signo que indique la presencia de cáncer o algún otro tipo de problema mamario. Por lo general, la pesquisa de rutina comienza después de los 40 años aunque se puede comenzar antes si existe historia familiar de cáncer de mama.

Cuando se presenta una masa en la mama por debajo de los 45 años el médico puede solicitar un ultrasonido en lugar de una mamografía o combinar ambas técnicas a fin de determinar si se trata de un tumor maligno o benigno. En ocasiones es necesario extraer una pequeña parte del tumor (biopsia) para examinarlo con el microscopio y determinar con certeza si hay o no células malignas.

¿Como se trata el cáncer de mama?

Por fortuna, se han hecho grandes avances durante los últimos años en el tratamiento del cáncer de mama, el cual ya NO es una enfermedad mortal. Se estima que en la actualidad el 84% de las mujeres en las que se detecta el cáncer de mama en estadios tempranos (antes que se disemine a otras partes del cuerpo) tienen muy buenas posibilidades de curación.

Una vez que se diagnostica el cáncer de mama, hay varios tratamientos disponibles. Sin embargo, el que se usará en cada caso depende en gran medida de la edad, estado general de salud, tipo de cáncer y que tanto se ha diseminado.

Si el tumor maligno es muy pequeño se debe realizar una cirugía para remover el tumor rodeado de una pequeña porción de tejido mamario. Después de esta cirugía, suele administrarse radioterapia para asegurarse que todas las células malignas han sido destruidas.

En la mayoría de los casos esta intervención quirúrgica es la base del tratamiento, aunque si el tumor es muy grande o se ha diseminado puede ser más recomendable realizar una mastectomía (eliminar la glándula mamaria completa). Además, en los casos más avanzados se recomienda el uso de quimioterapia. En todos los casos el médico debe individualizar el tratamiento de acuerdo a las características propias de cada caso particular.