La tosferina también conocida como Pertussis es una enfermedad infecciona muy virulenta que afecta los bronquios y los pulmones. Suelen padecerla los niños pequeños aunque los adultos también pueden infectarse; por fortuna esta enfermedad en la actualidad es muy infrecuente en los países desarrollados debido a la efectividad de los programas de vacunación.
¿Qué causa la tosferina?
La tosferina es causada por una bacteria conocida como Bordetella Pertussis, siendo una de las infecciones bacterianas más contagiosas.
Se contagia a través de las pequeñas gotas de saliva contaminadas; estas gotas microscópicas se producen cuando una persona enferma tose o estornuda y luego un individuo sano inhala las gotitas al respirar, contaminándose así con la infección. En muy raros casos la tosferina puede contagiarse por compartir ropa o juguetes.
Síntomas de la enfermedad
Los primeros síntomas de tosferina son muy similares a los del resfriado común, secreción nasal, fiebre y tos leve; siendo este el período donde la enfermedad es más contagiosa.
La tos se hace progresivamente más severa y violenta y comienza a aparecer en brotes que duran hasta por un minuto; entre los ataques de tos puede escucharse una especie de “silbido” al respirar. Esto suele durar de 2 a 4 semanas.
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Tratamientos de la tosferina
La mayoría de los pacientes con tosferina pueden ser tratados de manera ambulatoria y no necesitan tratamiento específico. El resposo en casa, abundantes líquidos y analgésicos suelen ser suficientes para bajar la fiebre y permitir la recuperación de la vía aérea.
Si el médico identifica la infección de manera temprana podría indicar antibióticos para acortar el tiempo de enfermedad y limitar su diseminación.
¿Cuáles son los efectos de la tosferina?
La tosferina puede llegar a ser muy estresante, especialmente en niños pequeños, además puede durar varias semanas. Los brotes prolongados de tos pueden llegar a ser extenuantes e incluso provocar el vómito o la asfixia.
Además la tosferina puede complicarse con neumonía y bronquitis, aunque estas complicaciones se ven casi exclusivamente en bebés menores de 6 meses. En muy raras ocasiones puede generar daño cerebral debido a la falta de aporte de oxígeno al cerebro.
Prevención y vacunación
Asegúrate que tu hijo esté vacunado contra la tosferina. La vacuna suele colocarse en conjunto con la de la difteria y el tétanos (DPT) en los primeros meses de vida. Con la vacunación tu hijo estará protegido de por vida.
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