Osteoporosis es el término médico para hacer referencia a la pérdida de masa y disminución de la resistencia de los huesos. Su significado literal es “hueso poroso”. Si el deterioro del hueso no se trata, el esqueleto eventualmente se hace tan frágil que puede haber fractura de algunos huesos con cualquier golpe o caída menor.

Los huesos y la osteoporosis

Los huesos son tejido vivo conformado principalmente por calcio, que cuando somos jóvenes (al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo), se renueva constantemente. Conforme envejecemos, las células dejan de ser reemplazadas por sustitutas más jóvenes y saludables, por lo que son más aquellas que van desapareciendo que las nuevas lo cual lleva a la postre a la disminución de la densidad (masa) del hueso, el cual se torna endeble siendo más probable que pueda sufrir una fractura la cual, después, tardará mucho en sanar.

¿Cuáles son los síntomas de la osteoporosis?

Desafortunadamente, debido a que los huesos están escondidos en lo profundo de nuestro cuerpo y su cambio de masa no es visible y no causa ningún síntoma, muchas personas no saben que sufren de osteoporosis hasta que sufren una fractura de la cadera o la muñeca después de una caída menor.

En este sentido, la pérdida de masa ósea en sí misma no da señales o signos en el organismo a menos que se presente una fractura. Cuando los huesos se han debilitado demasiado, incluso es posible que la persona sufra una fractura de costilla tan sólo por toser o estornudar. Se estima que sólo en España se presentan unas 60.000 fracturas por año secundarias a osteoporosis en personas mayores de 65 años.

Cuando se presentan, algunos de los síntomas pueden ser:

• Disminución de la talla.
• Aumento de la curvatura de la espalda entre el torso y el cuello, una condición conocida como cifosis y que puede ser tan severa que obliga a pegar la barbilla del pecho además de causar problemas para respirar.
• Dolor de espalda sin causa aparente.

¿Estoy en riesgo de sufrir osteoporosis?

Las mujeres tienen más riesgo de sufrir de osteoporosis después de la menopausia la cual ocurre cuando los ovarios dejan de producir la hormona femenina estrógeno. Esta es la responsable de mantener el calcio y otros minerales dentro del hueso para que estén sanos y saludables, por lo tanto una vez que los niveles de estrógeno caen los huesos comienzan a perder su densidad.

La severidad de esta condición cambia de persona a persona, debido a varios factores que pueden hacer que algunos tengan más riesgo que otros de desarrollar esta patología más temprano o con una presentación más severa que otros. En este sentido, los factores a tener en cuenta son los siguientes:

• Falta de ejercicio – la actividad física ayuda a mantener los huesos fuertes.
• Fumar.
• Consumo excesivo de alcohol.
• Uso de esteroides por largos períodos de tiempo (debido a condiciones de salud como el asma).
• Dieta inadecuada, especialmente si el aporte de calcio no es suficiente.
• Historia familiar de osteoporosis.
• Contextura delgada, especialmente en los casos de anorexia.
• Mujeres que tuvieron menopausia precoz (por lo general antes de los 45 años) o fueron sometidas a una histerectomía.
• Mujeres con bajos niveles de estrógeno.
• Hombres con niveles bajos de la hormona sexual masculina testosterona.

Diagnóstico

La osteoporosis se detecta con un examen especial de los huesos conocido como densitometría ósea, para lo cual se emplea un equipo llamado Absorciómetro Dual de Rayos X (DXA). Este equipo toma rayos X especiales que permiten medir la densidad mineral ósea para ayudar al médico a confirmar el diagnóstico de osteoporosis, así como a determinar el riesgo de fracturas.

En ocasiones puede ser necesario realizar una biopsia (tomar un pequeño fragmento de hueso para análisis) de la cadera a fin de determinar la severidad del problema.

Si crees que puedas sufrir de osteoporosis, debes consultar todas tus dudas con tu médico.

Tratamiento de la osteoporosis

Aunque aún no se ha desarrollado un tratamiento que pueda restituir el hueso a su condición normal, sí existen varios tratamientos que pueden disminuir la velocidad de pérdida de masa ósea. Un grupo de medicamentos conocidos como bifosfonatos han demostrado ser capaces de aumentar la captación de calcio por los huesos, lo que reduce la tasa de pérdida de masa mineral, siendo incluso posible en algunos casos revertir la pérdida. Hay varios medicamentos disponibles, por lo que necesitas discutir con tu médico cual es la mejor opción para tu caso.

El tratamiento más común para las mujeres es la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH). Si esta se mantiene por tiempo suficiente, se puede detener la progresión de la osteoporosis. Si crees que ya llegó la menopausia debes discutir con tu médico si la TRH es una opción de tratamiento para tu caso.

A los hombres se les puede administrar testosterona si hay deficiencia de la hormona sexual masculina, esta se puede administrar en la forma parches o de inyecciones con el objetivo de aumentar la densidad mineral ósea.

Los huesos necesitan calcio y Vitamina D, por lo que los médicos recomendarán una dieta rica en calcio además de algún suplemento nutricional. El calcio permite que los huesos tengan a la vez fuerza y rigidez, de allí que sea tan importante que los niños y adolescentes tengan una dieta rica en calcio. Este mineral se encuentra presente en la leche, queso, yogur, pan y sardinas. Si la dieta no aporta la cantidad correcta de calcio, siempre se puede recurrir a suplementos de venta libre en la mayoría de las farmacias y supermercados. La ingesta diaria recomendada de calcio es de 800 a 1.000 mg por día y de 1.500 mg una vez que se superan los 45 años.

La Vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio de las comidas, por lo que resulta esencial para la salud de los huesos. La ingesta diaria recomendada de esta vitamina es de 5 mg, aunque este requerimiento aumenta durante el embarazo y una vez que tanto hombres como mujeres superan los 65 años. La Vitamina D se encuentra en los pescados ricos en aceite como las sardinas y el salmón, además se sintetiza en el organismo cuando la piel se expone a la luz solar, por lo que se recomienda pasar tanto tiempo como se pueda al aire libre.

De hecho, lo ideal para las personas mayores es que se expongan al sol entre 30 y 60 minutos al día. Durante los meses de invierno se debe consumir mucho pescado rico en grasa o tomar suplementos de Vitamina D. Si sufres de osteoporosis, quizás el requerimiento diario de Vitamina D sea más alto que el recomendado por lo que se recomienda consultar con el médico para indicaciones personalizadas.

En caso de una fractura es posible que se necesiten analgésicos más potentes para aliviar el dolor.

¿Cómo puedo ayudarme?

Debes hacer ejercicio regularmente. Son buenas opciones para ello caminar a paso ligero, correr, bailar, juegos con raquetas y algo de gimnasia para mantenerse en forma. Debes intentar crear una rutina de ejercicios y cumplirla al menos entre media hora y una hora tres veces por semana recordando siempre no sobre-ejercitarse, ya que podrías terminar haciéndote más daño.

Fumar y consumir alcohol en exceso son dos enemigos de los huesos, así que si deseas mantener tu esqueleto saludable es buena idea mejorar la salud en general además de eliminar el tabaco y disminuir tanto como sea posible el consumo de alcohol.

Si sufres de osteoporosis debes evitar la elevación de cargas pesadas y prestar mucha atención a cualquier cosa que pueda ocasionar una caída ya que estas por lo general terminan en fracturas.