La sangre es el fluido de la vida. Los componentes de la sangre permiten que el organismo funcione tal y como lo conocemos: como un sistema de engranajes sincronizado. Cuando el corazón late, impulsa la sangre por una amplia red de vasos en forma de tubos que se ramifican por todo el cuerpo, de estos hay tres tipos principales:
  • Arterias– son los vasos sanguíneos más grandes y gruesos siendo responsables de llevar la sangre oxigenada desde el corazón hasta cada célula del organismo. La arteria más grande el cuerpo se llama aorta y se origina directamente en el corazón dando ramas cada vez más pequeñas hasta llegar a las que se conocen como arteriolas. A partir de allí continúan las ramificaciones hasta llegar a los delgados capilares.
  • Capilares– son los vasos sanguíneos más delgados y es allí donde ocurre el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Los capilares son tal delgados que los glóbulos rojos pueden pasar a través de ellos uno a la vez por lo que viajan formando una fila.
  • Venas– son similares a las arterias, pero su responsabilidad es llevar sangre desoxigenada del cuerpo hacia el corazón. Además, en estas la presión es menor, por lo que su estructura es menos fuerte. Las venas más pequeñas llamadas vénulas reciben la sangre de los capilares una vez que ha ocurrido el intercambio oxígeno/dióxido de carbono. Las vénulas se unen entre sí para formar venas más grandes las cuales a su vez se vuelven a unir hasta formar la vena más grande del cuerpo conocida como vena cava la cual es la responsable de llevar la sangre de vuelta al corazón.

El corazón bombea la sangre a través de las arterias, capilares y venas llevando nutrientes y oxígeno hasta cada célula del cuerpo y, al mismo tiempo, eliminando todos los productos de desecho y el dióxido de carbono.

El cuerpo de un ser humano adulto tiene aproximadamente 5 litros de sangre lo cual representa entre el 7 y el 8% del peso corporal total.

¿Dónde se produce la sangre?

Todos los componentes de la sangre y las células sanguíneas se producen en la médula ósea la cual es el material suave y esponjoso que llena las cavidades óseas. Todos los tipos de células sanguíneas se producen en la médula ósea, al punto que un individuo saludable produce millones de estas células cada día.

¿Cuáles son los componentes de la sangre?

La sangre está compuesta de una parte líquida conocida como plasma y tres tipos de células: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Casi la mitad del volumen sanguíneo está compuesto por células mientras que el 55% restante es plasma.

Plasma

El plasma es la porción líquida de la sangre. Su color tiende a ser cristalino o amarillento y su composición es 90% agua y sales. Las células sanguíneas viajan en el plasma a través del cuerpo. Además de transportar las células, el plasma también lleva hormonas, nutrientes, proteínas y productos químicos.

Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos, también llamados eritrocitos, son otro de los componentes de la sangre fundamentales. Son células cuya función principal es llevar oxígeno desde los pulmones hasta cada una de las células del organismo, contando para ello con la hemoglobina, una proteína que contiene hierro y es capaz de fijar las moléculas de oxígeno.

Además, esta proteína la responsable del color rojo de la sangre, la cual contiene más glóbulos rojos que cualquier otro tipo de célula, tantos, que en una sólo gota de sangre hay millones de eritrocitos. Finalmente, además de llevar el oxígeno, los glóbulos rojos son los responsables de remover el dióxido de carbono de los tejidos.

Glóbulos blancos

Los glóbulos blancos o leucocitos tienen como función principal defender al cuerpo de las infecciones. Estas células circulan por todo el organismo siendo capaces de reunirse en cualquier área donde se esté generando una infección. Una gota de sangre puede contener entre 7.000 y 25.000 glóbulos blancos al mismo tiempo.

Cuando el número de glóbulos blancos en la sangre aumenta, significa que hay una infección en alguna parte. Sin embargo, cuando el aumento es demasiado puede ser sinónimo de problemas más serios: por ejemplo, una persona con leucemia puede tener hasta 50.000 glóbulos blancos en una sóla gota de sangre.

Entre los glóbulos blancos se distinguen 5 tipos diferentes, todos producidos en la médula ósea. Los dos tipos principales son llamados neutrófilos (los más numerosos y línea de defensa principal del cuerpo contra las infecciones bacterianas) y linfocitos (el segundo grupo más numeroso y responsable de la producción de anticuerpos como parte de la respuesta inmune).

Plaquetas

Parte de los componentes de la sangre son las plaquetas, que son las más pequeñas de las células de la sangre. Las plaquetas son incoloras y de forma irregular, aunque su característica principal es su superficie pegajosa que le permite unirse a otras sustancias para formar coágulos e interrumpir las hemorragias.

Si no existieran las plaquetas, ante cualquier herida menor la hemorragia sería incontenible. Cuando una hemorragia comienza, de manera súbita en una herida las plaquetas se unen en el área de la lesión para intentar bloquear el flujo de sangre. El coágulo por lo general comienza a formarse cuando la sangre se exponen al aire o a ciertas proteínas del organismo. En los casos de heridas abiertas, se forma el coágulo para detener la hemorragia mientras que cuando se trata de heridas internas (no comunicadas con el exterior) el coágulo forma hematomas.

Tanto en un caso como en el otro, la formación del coágulos es el primer paso para la cicatrización de la herida. Sin embargo, en ocasiones los coágulos se pueden formar sin que exista una herida previamente, lo que hace que la situación sea muy peligrosa como en el caso de la trombosis venosa profunda, donde el coágulo se forma dentro de la vena bloqueando el flujo y produciendo, por tanto, alteraciones de la circulación. Lo mismo ocurre en el ictus, aunque en esos casos el coágulos se forma en una arteria en lugar de hacerlo en una vena.

¿Cuáles son los diferentes tipos de sangre?

En 1901 el científico Karl Landsteiner reportó que la sangre podía ser clasificada en cuatro tipos.

Existen 4 grupos de sangre conocidos como A, B, AB y O; de estos, el grupo O es el más común (47% de la población). El tipo de sangre está determinado por unas proteínas conocidas como antígenos, las cuales se encuentran en la superficie de los glóbulos rojos. Si el antígeno presente en la pared del eritrocito es el A, entonces el grupo sanguíneo será el A; mientras que si se trata del antígeno B, entonces la sangre será del grupo B. Cuando ambos antígenos están presentes se habla del grupo sanguíneo AB, mientras que cuando ninguno de ellos lo está se dice que la sangre es del grupo O.

Además de los cuatro grupos de sangre principales, hay otro sistema que tiene que ver con el factor Rhesus. Dicho nombre viene de los monos Rhesus, en quienes se descubrió la proteína por primera vez.

El factor Rhesus D es el más importante de todos y está presente en 85% de las personas, las cuales se dice que son Rh (Rhesus) positivo; mientras que el 15% restante son Rh negativo. En la actualidad, los grupos sanguíneos se clasifican mediante una combinación de ambos sistemas, lo que da origen a grupos como el AB positivo y el O negativo.

El factor Rh es sumamente importante durante el embarazo, ya que la vida del bebé puede correr peligro si su tipo de sangre es Rh positivo (heredado de su padre) mientras su madre es Rh negativo. En estos casos el cuerpo de la madre puede comenzar a producir anticuerpos contra la sangre del bebé.

A continuación una lista de los diferentes tipos de sangre y su proporción aproximada en la población :

O Rh (D) Positivo40%
O Rh (D) Negativo7%
A Rh (D) Positivo36%
A Rh (D) Negativo6%
B Rh (D) Positivo7%
B Rh (D) Negativo1%
AB Rh (D) Positivo2.5%
AB Rh (D) Negativo0.5%

En este sitio web tenemos una prueba que nos permite saber nuestro tipo de sangre.

Donación de sangre y transfusiones

Los grupos de sangre son la clave para poder realizar transfusiones de sangre, ya que una persona sólo puede recibir sangre de su propio grupo o de un grupo compatible. De lo contrario, los glóbulos rojos se aglutinarán entre sí produciendo coágulos que obstruyen los vasos sanguíneos y pueden llevar a la muerte.

En general, una persona del grupo A puede donarle a alguien del grupo A o AB, mientras que alguien con sangre del grupo B puede donar a quienes sean del grupo B o AB.

Por su parte, quienes tienen sangre AB sólo pueden donar a personas con su mismo grupo sanguíneo, mientras que los del grupo O pueden donarle a todos los grupo. Esto último se debe a que la sangre del grupo O no tiene ningún antígeno en la superficie de los glóbulos rojos, de allí que las personas del grupo O se clasifiquen como donadores universales.

Por otra parte, quienes tiene el grupo AB son receptores universales ya que pueden recibir sangre de cualquier tipo. En una situación de vida o muerte, si no hay tiempo de agrupar la sangre por tipos se puede administrar siempre sangre del grupo O.

Por lo general, cualquier persona entre 18 y 70 años que pese más de 50 Kg y tenga buena salud puede donar sangre, sin embargo, en algunos casos como los que se indica a continuación esto no es posible:

  • Mujeres embarazadas
  • Personas con tos, dolor de garganta o resfríado
  • Si se ha donado sangre en las últimas 12 semanas
  • Cuando se están recibiendo antibióticos o se ha finalizado el tratamiento recientemente
  • Pacientes positivos para VIH, Hepatis B o Hepatitis C

En caso de cualquier duda siempre se puede visitar el banco de sangre más cercano para información adicional.

¿Hay alguna enfermedad que afecte la sangre?

Hay muchas enfermedades que pueden afectar tanto a los componentes de la sangre como a la sangre en sí. Entre las más frecuentes están:

  • Anemia, por mucho la más común de las enfermedades de la sangre
  • Leucemia, una enfermedad maligna que afecta a la sangre y médula ósea.
  • El VIHes un virus que ataca a los glóbulos blancos, particularmente a los linfocitos

Además, existe un grupo de enfermedades raras donde la coagulación no ocurre de la manera normal, por lo que puede haber hemorragias importantes en cualquier parte del cuerpo después de una lesión o traumatismo menor, de estas enfermedades la más común (aunque por fortuna los casos no son muy frecuentes) es la hemofilia.

¿Qué puedo hacer para que mi sangre sea saludable?

La sangre, al igual que cualquier otra parte del cuerpo, necesita una nutrición adecuada por lo que una dieta sana y saludable que incluya muchos vegetales frescos y frutas ayuda a mantener la sangre saludable. Todos los componentes de la sangre necesitan de macro y micronutrientes para funcionar de manera correcta.