La artritis reumatoide juvenil o artritis juvenil crónica, hace referencia a todos los tipos de artritis que afectan a los niños. Por fortuna, es una enfermedad no tan frecuente. Existen tres tipo de artritis juvenil:
- Poliartritis – este tipo afecta cinco o más articulaciones y es más común en las niñas. Por lo general, involucra a pequeñas articulaciones como las de las manos y los pies aunque también puede afectar otras más grandes. Usualmente afecta la misma articulación en ambos lados del cuerpo.
- Artritis juvenil idiopática – este es el tipo de artritis más común y afecta a cuatro articulaciones o menos. Por lo general están comprometidas las articulaciones grandes como las rodillas y los tobillos.
- Artritis juvenil sistémica – este tipo de artritis afecta tanto a las articulaciones como a otros órganos causando erupciones y fiebre, suele conocerse también con el nombre de Enfermedad de Still.
Las articulaciones de los niños pueden inflamarse también debido a otras condiciones tales como la varicela o la rubéola. Sin embargo, si las articulaciones se inflaman por uno o dos meses sin que sea posible identificar otra causa, se debe pensar en artritis juvenil crónica, lo que antes se conocía como artritis reumatoide juvenil.
La artritis juvenil crónica puede presentarse en cualquier momento aunque suele aparecer entre 1 y 4 años de edad.
¿Cuál es la causa de la artritis juvenil?
Al igual que con la artritis de los adultos, la causa de la artritis juvenil se desconoce, aunque como sucede con la artritis reumatoide, las investigaciones demuestran que se trata de una enfermedad autoinmune. Esto implica que el sistema inmunológico del organismo reacciona ante las articulaciones como algo anormal y trata de eliminarlo. La artritis juvenil no tiene patrón hereditario ni tampoco es contagiosa.
Síntomas de la artritis reumatoide juvenil
Los síntomas varían ampliamente de niño a niño y van desde leves a severos. Los siguientes síntomas pueden indicar que tu hijo sufre de artritis reumatoide juvenil:
- Inflamación y enrojecimiento de una o más articulaciones.
- Rigidez articular, en especial a primera hora de la mañana. Puedes notar que tu hijo cojea en las mañanas o tiene problemas moviendo un brazo.
- Dolor constante o recurrente de una articulación.
- Dificultad súbita para mover o usar una articulación.
La artritis juvenil sistémica también puede causar fiebre, erupciones e inflamación de los ganglios linfáticos. En muy raras ocasiones, los niños con este tipo de artritis pueden desarrollar inflamación de las membranas que recubren al corazón y los pulmones.
Por su parte, una complicación de la artritis juvenil idiopática es la inflamación del ojo la cual se conoce como iridociclitis crónica. Si tu hijo tiene artritis debes asegurarte de que le examinen los ojos periódicamente.
En los casos de artritis severa es posible que disminuya la velocidad de crecimiento aunque esta tiende a normalizarse una vez que mejora el cuadro de artritis.
¿Cuánto tiempo dura la artritis en los jóvenes?
Es difícil aseverar cuánto tiempo durará la artritis juvenil ya que algunos niños se recuperan después de unos pocos meses, mientras otros sufren artritis por año. Aún así, la mayoría de los niños podrá llevar una vida normal y llegarán a adultos totalmente recuperados.
Al igual que sucede con la artritis reumatoide en los adultos, la artritis juvenil puede entrar en remisión (parece como si la artritis hubiese desaparecido) por un tiempo para luego reaparecer de nuevo.
¿Cómo se diagnostica?
El médico sospecha de este diagnóstico con base en los síntomas y la historia clínica, confirmándose en muchos casos el diagnóstico mediante el examen físico articular, en especial si una articulación grande está comprometida.
No hay una sóla prueba que pueda dar el diagnóstico definitivo de artritis reumatoide juvenil, por lo que quizás sea necesario realizar varios exámenes tales como exámenes de sangre y en ocasiones análisis del fluido de la articulación. Además, se realizarán rayos X de las articulaciones afectadas para descartar cualquier otro problema de los huesos y las articulaciones.
Tratamiento para la artritis juvenil
Los niños con artritis generalmente mejorarán a lo largo del tiempo cuando reciben tratamiento adecuado. En algunos casos sólo será necesario un programa de ejercicios diarios para aliviar el dolor y mejorar el movimiento de la articulación, aunque si está es muy dolorosa y está inflamada, puede ser necesario reposo en cama y en ocasiones una férula para evitar que la articulación se deforme.
Además, hay varios medicamentos disponibles para aliviar el dolor y la inflamación en torno a la articulación. El medicamento principal en estos casos son los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y la cortisona, bien sea inyectada o por vía oral. Si tu hijo tiene artritis severa puede que le indiquen drogas que modifican el curso de la enfermedad para disminuir la velocidad de progresión de la misma y reducir la inflamación.
Por lo general, es necesario un programa de rehabilitación que puede cumplirse en el hospital más cercano. El objetivo de este programa es fortalecer los músculos y ayudarlos a desarrollarse. Antes del ejercicio se pueden usar compresas calientes para aliviar el dolor.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?
Si tu hijo tiene artritis reumatoide juvenil, lo mejor es tratarlo lo más normal posible y asegurarte de que reciba atención médica regular. Además, debes animarlo a hacer ejercicio, si es posible natación ya que se trata del deporte ideal para los niños con artritis.
La mayoría de los niños podrán asistir a clases con normalidad aunque debes asegurarte que los profesores de la escuela estén al tanto de la artritis de tu hijo. Para ello lo ideal es explicarle a los maestros que es la artritis y cuales podrían ser las necesidades especiales de tu hijo.