Los cálculos son fragmentos de material sólido que se desarrollan dentro de la vesícula biliar que pueden asemejarse a la gravilla o a las piedras, algunos tan pequeños como un grano de arena y otros tan grandes como un pelota de golf. Es por esta razón que le llaman comunmente piedras en la vesícula.

La mayoría de los cálculos son más pequeños que un guisante y les toma años alcanzar ese tamaño. Los cálculos se diferencian en dos grandes grupos:

Cálculos de colesterol – por lo general son amarillos y están formados casi exclusivamente por colesterol. Aparecen cuando la bilis tiene una concentración muy elevada de colesterol. La mayoría de los casos de piedras en la vesícula (hasta el 80%) se deben a esta causa.

Cálculos de pigmento – se trata de pequeñas piedras marrones y porosas compuestas por calcio y el pigmento de la bilis conocido como bilirubina.

¿Qué son la vesícula biliar y la bilis?

La vesícula biliar es un pequeño órgano hueco con forma de pera y responsable de acumular la bilis.

La bilis es un fluido amarillo parduzco producido por el hígado para ayudar a la digestión de las grasas, el cual se almacena en la vesícula biliar hasta que el cuerpo lo necesita. El contenido principal de la bilis es agua, colesterol, bilirrubina (el pigmento responsable de darle su color característico tanto a la bilis como a las heces) y sales biliares. El hígado es capaz de producir el equivalente de tres tazas de bilis al día.

¿Qué causa las piedras en la vesícula?

Los cálculos de colesterol se forman cuando la bilis contiene mucho colesterol y pocas sales biliares, y como resultado, el exceso de colesterol forma cristales que caen al fondo de la vesícula y se fusionan entre sí para dar origen a cálculos de distintos tamaños. Aún así, muchos cálculos mantienen su misma dimensión por años.

Por otra parte, la causa de los cálculos de pigmento es incierta, aunque se ha visto que tienden a desarrollarse con más frecuencia en personas con cirrosis hepática. Otro hallazgo importante es que los cálculos se forman con más frecuencia en aquellas personas cuya vesícula no se contrae como debería hacerlo, lo cual lleva a un vaciado incompleto o infrecuente.

Se estima que en Europa 1 de cada 10 personas desarrollará cálculos en la vesícula biliar.

¿Cuáles son los síntomas de los cálculos en la vesícula biliar?

La mayoría de las personas son totalmente asintomáticas y no saben que tienen piedras en la vesícula. En estos casos, se habla de cálculos silentes, los cuales no suelen requerir ningún tipo de tratamiento.

Los síntomas comienzan a aparecer cuando los cálculos se mueven y bloquean los ductos a través de los cuales se vacía la vejiga, la cual se inflama llevando al desarrollo de alguno de los siguientes síntomas:

• Ictericia – la cual suele ser un síntoma de obstrucción de la vía biliar. Cuando se presenta la orina se torna muy oscura, mientras que las heces se hacen blancas a la vez que las escleras (en el ojo) y la piel toman un tono amarillento.
• Fiebre y escalofríos.
• Náuseas y vómitos.
• Dolor que puede variar desde una indigestión leve a crisis de dolor severo intermitente en el cuadrante superior derecho del abdomen, el cual puede extenderse al pecho, los hombros o la espalda. En ocasiones este tipo de dolor puede confundirse con un ataque cardíaco.

¿Tengo riesgo de padecer de piedras en la vesícula?

Cualquiera puede desarrollar cálculos en la vesícula biliar, aunque existen ciertas condiciones que aumentan las probabilidades:

• Edad – ya que los cálculos son más frecuentes cuando envejecemos.
• Sexo femenino.
• Enfermedades graves del hígado, las cuales se asocian con la presencia de cálculos de calcio y pigmentos biliares.
• Sobrepeso.
• Embarazo, uso de la píldora anticonceptiva o de terapia de reemplazo hormonal.
• Pérdida de peso muy rápida (como ocurre en los casos de cirugía de la obesidad).

¿Cómo se diagnostican los cálculos en la vesícula biliar?

Si el médico sospecha que hay síntomas en el abdomen que puedan deberse a esta causa, lo primero que examinará será el hígado para determinar si está aumentado de tamaño o doloroso. Además, se deben solicitar exámenes de sangre, de orina así como un ultrasonido abdominal el cual confirma el diagnóstico con un alto margen de certeza.

¿Cuál es el tratamiento para los cálculos de la vesícula biliar?

Si se determina que las piedras en la vesícula están causando síntomas, entonces será necesario remover la vesícula biliar (con los cálculos dentro de ella) mediante cirugía. Dado que no se trata de un órgano vital, la mayoría de las personas no tendrán ningún tipo de molestia o alteración después de la cirugía.

Hay muchas formas de realizar la cirugía aunque la más efectiva y segura es la colecistectomía por laparoscopia.

Este procedimiento se realiza bajo anestesia general realizándose pequeñas incisiones en la pared del abdomen con la finalidad de introducir una pequeña cámara de video que da una imagen ampliada del interior del cuerpo en un monitor, permitiéndole así al cirujano una vista magnificada de todos los órganos. Una vez dentro de la cavidad abdominal, el cirujano ubicará la vesícula biliar y procederá a removerla, empleando instrumentos que ingresan al abdomen a través de las pequeñas incisiones realizadas previamente.

Este tipo de procedimiento es el que produce menos molestias postoperatorias y deja menos cicatrices. Por lo común no es necesario pasar en hospitalización postoperatoria más de uno o dos días.