La fibromialgia es una enfermedad crónica dolorosa que causa fatiga y dolores generalizados de los músculos, ligamentos y tendones (los tejidos fibrosos del cuerpo) mas no de las articulaciones. El dolor puede afectar cualquier región del organismo, aunque los puntos más dolorosos suelen ubicarse en áreas específicas tales como la parte posterior del cuello, la columna vertebral, las caderas, codos y hombros.

Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar fibromialgia que los hombres, aunque cualquier persona a cualquier edad puede desarrollar esta enfermedad. Alguna vez la fibromialgia recibió el nombre de fibrositis.

¿Cuál es la causa de la fibromialgia?

Los científicos no están seguros de la causa de la fibromialgia. Las investigaciones indican que las personas que sufren de alteraciones del sueño tienen más probabilidades de padecerla. Por ejemplo, si una persona sufre de artritis y esta altera sus patrones de sueño, es muy probable que se desarrolle fibromialgia (en estos casos se conoce como fibromialgia secundaria).

Además, la esta enfermedad puede ser desencadenada por períodos largos de estrés o traumatismos mayores, tales como los accidentes de tránsito o las cirugías de mayor grado. Aún así, en la mayoría de los casos de fibromialgia no se identifica un detonante particular.

¿Cuáles son los síntomas?

A diferencia de otras formas de artritis, donde el enfermo experimenta dolores articulares, en la fibromialgia los síntomas provienen de los tejidos blandos tales como los músculos, tendones y ligamentos. La severidad de estos síntomas puede variar de persona a persona y entre las manifestaciones más comunes de la enfermedad se encuentran:

• Fatiga.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• Depresión.
• Dolor de cabeza.
• Aumento de la frecuencia urinaria.
• Síndrome de Intestino Irritable.
• Dolor y rigidez que puede afectar casi cualquier parte del cuerpo.
• Entumecimiento y adormecimiento de las manos y los pies.

Una vez que se manifiesta esta enfermedad, es posible que se inicie un círculo vicioso, ya que el dolor altera el patrón de sueño que hace que la persona tenga depresión y a su vez esto alimenta la fibromialgia.

Este padecer no suele llevar a un daño permanente de los músculos, tendones y ligamentos aunque los síntomas pueden persistir por muchos meses o incluso años.

¿Tengo riesgo de sufrir esta enfermedad?

Los científicos no están seguros de la causa de la fibromialgia. Sin embargo, las siguientes situaciones pueden detonar la enfermedad:

• Accidentes de tránsito o cirugía mayor.
• Trauma emocional como el derivado del abuso sexual o físico.

¿Puedo hacer algo para prevenir la fibromialgia?

Aunque no hay nada específico para prevenir la fibromialgia, siempre es recomendable mantener una dieta saludable y asegurarse de hacer ejercicio regularmente.

¿Cómo se diagnostica?

La fibromialgia puede ser difícil de diagnosticar porque tiene muchos síntomas diferentes. No existe un prueba específica para diagnosticar la fibromialgia, por lo que el médico comienza por estudiar la historia médica de cada paciente para luego pasar a un examen físico, donde buscará la presencia de los llamados “puntos gatillo“, es decir, las áreas del cuerpo donde suele presentarse el dolor de la fibromialgia. Los puntos gatillo se examinan haciendo presión moderada con los pulgares en las áreas donde se sabe que aparece dolor asociado a la fibromialgia.

Además del examen físico, es posible que se realicen algunos exámenes de sangre y orina así como radiografías para excluir la posibilidad de cualquier otra enfermedad.

¿Cómo se trata la fibromialgia?

No hay cura para la fibromialgia, aunque es posible controlar los síntomas a través del ejercicio, analgésicos (tales como el paracetamol), algunos medicamentos y la fisioterapia. Los medicamentos disponibles ayudan a disminuir el dolor y mejoran la calidad del sueño. Es importante evitar los sedantes ya que se puede desarrollar adicción.

Si los analgésicos de primera línea no ayudan con el dolor, es posible indicar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para ayudar con esas molestias. Además, es posible usar antidepresivos aún cuando la persona no esté deprimida, ya que el objetivo de estos últimos es mejorar la calidad del sueño. Asimismo, algunos antidepresivos son efectivos para aliviar el dolor crónico.

Es importante que las personas que sufren de fibromialgia se ejerciten regularmente, aún cuando esto pueda resultar difícil y doloroso. Pregunta a tu médico o fisioterapeuta si debería comenzar con natación, caminatas, aeróbicos o ciclismo, dado que estos son los ejercicios que más benefician a las personas con fibromialgia.

Recuerda comenzar gradualmente, aumentando poco a poco la cantidad de ejercicio hasta alcanzar un buen nivel de desempeño. Sin importar el ejercicio que decidas realizar recuerda que debes calentar previamente los músculos además de hacer ejercicios de estiramiento.

Además, es posible que el médico te indique aprender técnicas para el manejo de estrés, en especial si se sospecha que el estrés desencadenó la fibromialgia.