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Dolor de oído e infección: cómo tratar la otitis

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El oído es una estructura muy compleja compuesta por tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Un tubo muy pequeño conocido como la Trompa de Eustaquio conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta y nariz, abriéndose cada vez que tragamos o bostezamos. Muchas veces por congestión o inflamación, se puede presentar un molesto dolor de oído.

Infección y dolor de oído

Muchos padres están familiarizados con las infecciones de los oídos dado que son un motivo de consulta muy común. De hecho, la mayoría de los niños habrá sufrido una infección del oído para el momento en que alcanza los 6 años de vida. La mayoría de estas infecciones mejoran sin necesidad de ningún tratamiento aunque si existen dudas sobre la severidad del problema lo ideal es contactar al médico. Estas infecciones se caracterizan por presentar dolor de oído.

La inflamación del oído se llama otitis. La otitis infecciosa ocurre cuando una bacteria o un virus invade bien sea el oído externo, medio o interno. Hay dos tipos principales de otitis infecciones, la otitis media y la otitis externa.

¿Qué es la otitis media?

La otitis media (también conocida como infección del oído medio u otitis purulenta) es la infección e inflamación de la parte del oído más allá del tímpano. La otitis media es más común en niños y suele causar dolor de oído y fiebre. La misma puede afectar uno o ambos oídos al mismo tiempo.

¿Qué causa la otitis medida?

Cuando un niño tiene un resfriado, infección de la garganta o alergia nasal tal como la fiebre del heno, la Trompa de Eustaquio se obstruye haciendo que se acumulen fluidos en el oído medio. Si alguna bacteria o virus infecta estos fluidos se produce inflamación del tímpano y dolor de oído dando lugar a la otitis media.

¿Cuáles son los síntomas de la otitis media?

Los síntomas más comunes de la otitis media son dolor, incomodidad y a veces un prurito muy molesto en el oído. Además pueden presentarse otros síntomas como:

  • Malestar General.
  • Fiebre.
  • Drenaje de líquidos desde el oído.
  • En ocasiones puede haber dificultad para escuchar.
  • Vértigo (no muy común).

Generalmente, la infección dura sólo unos pocos días aunque la disminución de la audición se puede extender por algunas semanas después que se pase la infección.

¿Cuáles son los factores de riesgo para la otitis media?

Los niños son más vulnerables a la otitis media ya que su Trompa de Eustaquio es más corta y recta que la de los adultos, por lo que las infecciones tales como el resfriado común, faringitis o amigdalitis pueden viajar fácilmente hasta el oído medio. Sin embargo, la otitis media puede afectar a personas de todas las edades. Esta es más probable que ocurra durante los meses de invierno. Otros factores que pueden estar asociados a la otitis media son:

  • Alimentación con biberón – los bebés que se alimentan con biberón, en especial si los alimentan acostados tienen más probabilidades de desarrollar infecciones del oído que los bebés alimentados con lactancia materna. Si decides alimentar a tu bebé con biberón asegúrate que esté en una posición tan vertical como sea posible mientras lo alimentas.
  • Uso de tabaco – los niños que respirar el humo del tabaco tienen más riesgo de desarrollar muchos problemas de salud, entre ellos las infecciones del oído.
  • Historia familiar de infecciones del oído medio.
  • Problemas de alergia – tal como la fiebre del heno.

¿Cómo se diagnostica la otitis media?

En la mayoría de los casos, cuando alguien sufre un resfriado o dolor de garganta que empeora repentinamente con fiebre y dolor de oído, el diagnóstico más probable es el de otitis media. En tales circunstancias, la mejor decisión es consultar con el médico quien puede examinar el oído con un instrumento especial conocido como otoscopio el cual le permite ver con claridad si existe inflamación y/o infección.

¿Cómo se trata la otitis media?

Una vez que se realiza el diagnóstico, se debe iniciar el tratamiento de inmediato a fin de reducir el dolor de oído. Para ello se pueden usar ciertos medicamentos de venta libre como el paracetamol, el cual es capaz de aliviar el dolor y las molestias del oído. Además, el médico puede prescribir antibióticos en especial si hay una infección de garganta asociada.

¿Qué es la otitis externa?

La otitis externa (conocida también como oído del nadador) es una infección dolorosa (en ocasiones pruriginosa) del canal auditivo externo.

¿Qué causa la otitis externa?

La otitis externa es causada por bacterias u hongos que invaden el oído cuando la humedad del canal auditivo es inusualmente elevada. Es por ello que las inmersiones frecuentes (al nadar o ir a la playa) aumentan las posibilidades de este tipo de infección. La exposición al agua humedece la piel del canal auditivo externo y genera el ambiente ideal para el crecimiento de bacterias y hongos, siendo esta la razón por la que la otitis externa se conoce también como “oído de nadador”.

A veces no existe una razón evidente por la que inició la infección. Sin embargo, además de la humedad existen otras condiciones que pueden desencadenar la otitis externa tales como:

  • Entrada de agua al conducto auditivo durante la ducha o el baño.
  • Irritación debido al uso de aplicadores de algodón y/o tapones para los oídos.
  • El hábito de limpiarse y hurgarse los oídos.
  • Alergias cutáneas tales como el eccema.
  • Ingreso de aerosoles o tintes para el cabello en el conducto auditivo externo.

¿Cuáles son los síntomas de la otitis externa?

Los síntomas de la otitis externa pueden incluir algunos de los siguientes:

  • Prurito en el oído.
  • Secreción líquida a través del conducto auditivo.
  • Dolor de oído, el cual empeora cuando se tira del lóbulo de la oreja o se abre la boca.
  • Disminución transitoria de la audición.
  • Fiebre baja.
  • Inflamación del oído.

¿Qué se puede hacer para evitar la otitis externa?

A veces es difícil prevenir una infección del oído, pero se pueden reducir las probabilidades de contraer una al evitar limpiar los oídos con aplicadores de algodón, además de evitar que el conducto auditivo esté excesivamente húmedo.

¿Cómo se diagnostica la otitis externa?

Por lo general, el médico puede diagnosticar la otitis externa al examinar el conducto auditivo. En casos de infección, el conducto auditivo estará rojo y habrá inflamación y descamación de la piel. Además, es posible que exista una secreción fétida.

¿Cómo se trata la otitis externa?

Cuando se presentan infecciones del oído externo, el tratamiento suelen ser gotas para los oídos (las cuales contienen antibióticos) asociadas o no a antibióticos por vía oral. Si el dolor es muy intenso, puede ser necesario usar analgésicos como el paracetamol o medicamentos antiinflamatorios. Si el conducto auditivo necesita más cuidados entonces el tratamiento también incluirá un lavado exhaustivo realizado por un especialista en otorrinolaringología.

Contacte a su médico siempre que:

  • Sospeche que su bebé tenga dolor de oído.
  • Aparezca cualquier tipo de secreción a través del conducto auditivo.
  • Existan problemas de audición.
  • Se presente una erupción cutánea.
  • Aparezca fiebre.

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