La cocaína es una droga estimulante parecida al speed (o anfetamina), la cual es altamente adictiva y llega directamente al sistema nervioso. Esta se conoce también como coca o nieve. Se trata de un polvo blanco derivado de las hojas de la planta de coca que crece en las montañas de sur américa.
El crack, por otra parte, es una forma de cocaína que debe su nombre al sonido que se produce cuando se calienta. El crack ha sido modificado con químicos para que se pueda fumar con más facilidad. Otros nombres para esta droga son pebbles y piedra.
Hasta hace poco, el costo y lo difícil de encontrar cocaína significaba que era una droga disponible sólo para los más ricos. Sin embargo, el descenso de los precios y una mayor oferta hicieron que se convirtiera en una droga de uso común.
Hasta 1903, la gaseosa Coca-Cola contenía pequeñas cantidades de cocaína, pero en la actualidad la receta sólo incluye extracto de hojas de coca simplemente con el objetivo de darle sabor, ya que cualquier traza de la droga ha sido eliminada. La cocaína también ha sido ampliamente usada como anestésico local, teniendo en la actualidad algunos usos puntuales desde el punto de vista terapéutico.
¿En qué presentaciones vienen estas drogas?
La cocaína viene como un polvo blanco. Se trata de una droga muy costosa por lo que suele estar mezclada con alguna otra sustancia de aspecto similar, lo cual aumenta los ingresos de los traficantes de droga.
El crack (o piedra) son pequeños cristales blancos que asemejan una piedra y cuyo tamaño no es mucho mayor que el de una pasa de uva.
La cocaína puede ser inhalada, inyectada o fumada. Por lo general, el crack se fuma en una pipa casera fabricadas a partir de latas de soda o papel aluminio.
¿Cuáles son los efectos de la cocaína y el crack?
La cocaína aumenta la autoconfianza de manera inmediata y hasta por 30 minutos, lo que hace que la persona sienta necesidad de consumir más. Tanto la cocaína como el crack producen una sensación de bienestar, aumento del nivel de alerta, reducción del apetito y aumento de la fuerza física.
Si la cocaína se inyecta, los efectos comienzan en pocos minutos y de manera muy intensa. Por su parte, si se fuma crack, la sensación tarda tan sólo segundos y aunque intensos, los efectos no duran más que unos pocos minutos, haciendo que esta forma de consumo sea aún más adictiva.
Los síntomas que aparecen después de pasados los efectos de estas drogas son muy incómodos e incluyen depresión, ansiedad y paranoia.
Cuando las drogas son inyectadas, estas alcanzan el cerebro casi de inmediato aumentando así las posibilidades de una sobredosis. Por otra parte, si la inyección se realiza con una aguja que ya fue usada por otra persona, aumenta el riesgo e contagiarse con enfermedades como el VIH.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo del consumo de cocaína y crack?
Tanto la cocaína como el crack son muy adictivas, y una vez que se comienzan a consumir es muy difícil dejarlas. Aunque no se presentan síntomas de abstinencia, sí existe una intensa dependencia psicológica que hace que el consumidor piense en la droga contínuamente.
Existe un riesgo real de sobredosis y el consumo constante puede producir convulsiones, accidentes cerebrovasculares o un ataque cardíaco; así mismo el hecho de inhalar cocaína puede causar daños a la mucosa de la nariz así como al tabique nasal mientras que fumar crack puede dañar los pulmones causando tanto problemas respiratorios como cardíacos.
Los altos costos de la cocaína suelen derivar en endeudamiento y violencia.
¿En qué clasificación entran estas drogas?
La cocaína es una droga clase A.