Artritis y Reumatismo: ¿Qué son?
La artritis es la inflamación de una o más articulaciones del cuerpo, aunque suele usarse el término para referirse a cualquier problema articular. En ocasiones se hace referencia a la artritis como reumatismo siendo este un término con el que las personas están muy familiarizadas, aunque se trata de una descripción muy vaga y general que hace referencia a los dolores articulares, óseos y musculares. Existen, además, varios tipos de artritis.
Por lo general la palabra reumatismo se usa cuando no se logra identificar un tipo de artritis o enfermedad específica que justifique los síntomas de la persona. Por otro lado, el término enfermedades reumáticas hace referencia a cualquier tipo de artritis, reumatismo o enfermedad músculo-esquelética.
Este grupo de trastornos incluye más de 100 enfermedades, algunas muy raras y otras más frecuentes. La artritis puede afectar a cualquier persona a cualquier edad incluyendo a los niños, aunque suele ser más frecuente en mujeres que en hombres.
¿Qué son las articulaciones?
Las articulaciones unen dos huesos entre sí y están diseñadas para permitir que estos se muevan libremente. En los extremos de los huesos, las articulaciones cuentan con un amortiguador hecho de tejido firme y esponjoso conocido como cartílago, el cual, conforme envejecemos, se hace más vulnerable al daño por sobre uso así como a las lesiones.
¿Qué tipos de artritis existen?
Existen muchos tipos diferentes de artritis, algunas a consecuencia del desgaste de la articulación como la osteoartritis y otras como resultado de una actividad excesiva del sistema inmune, tales como la artritis reumatoide. En general se considera que los tipos más frecuentes de artritis son:
- Osteoartritis – se trata del tipo más común de artritis, que ocurre cuando el cartílago se desgasta y los huesos rozan entre sí.
- Artritis Reumatoide (AR)– se trata de un tipo de artritis en la que las articulaciones se inflaman.
- Gota – otro tipo de artritis inflamatoria, producida por el exceso y cristalización de ácido úrico en las articulaciones.
- Fibromialgia – en este caso se trata de un problema de tejido blando aunque se trata de una enfermedad reumática.
- Lupus Eritematoso Sistémico (LES) o simplemente Lupus, es una enfermedad del sistema inmune que ataca a tejidos blando como las articulaciones y produce mucho dolor.
- Síndrome del Túnel del Carpiano – que ocurre por el pinzamiento de un nervio que se encuentra en la muñeca y causa dolor en esta zona.
- Artritis juvenil – ocurre cuando la artritis está presente en niños y jóvenes. Suele afectar más comúnmente a las rodillas, manos y pies.
- Lumbago – se trata de un problema muy común con múltiples causas, y ocurre cuando los músculos lumbares se inflaman por algún traumatismo.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis y las enfermedades reumáticas?
Los síntomas dependen en gran medida del tipo de artritis que se padece. Sin embargo, los siguientes síntomas son sugestivos de problemas reumáticos o artritis:
- Inflamación de una o más articulaciones
- Rigidez articular
- Articulaciones rojas y calientes al tacto
- Dolor constante o recurrente de una articulación sin una causa aparente
- Dificultad súbita para movilizar una articulación
Cualquier articulación puede verse afectada por artritis, aunque las rodillas, dedos y caderas son las que están involucradas con mayor frecuencia. En los casos de artritis reumatoide, es probable que además se presente fiebre baja y pérdida del apetito y la energía.
Por lo común los síntomas de la artritis tienden a ser más intensos en la mañana, cuando el clima es frío o hay mucha humedad. Una vez que las articulaciones involucradas comienzan a moverse es posible que se escuche una especie de traqueo.
¿Cómo me puede afectar esta enfermedad?
Esto depende en gran medida del tipo de enfermedad reumática, ya que algunas pueden causar síntomas por años y otras tan sólo por unos pocos meses, desapareciendo después bien sea por sí mismas o como resultado de algún tratamiento. Por lo general para el médico es muy difícil predecir al inicio de la enfermedad que curso y severidad tomará.
¿Tengo riesgo de sufrir de artritis?
Cualquier persona de cualquier raza o sexo, y a cualquier edad, puede sufrir una enfermedad reumática. No se conoce a ciencia cierta las condicionas que la desencadenan. Sin embargo, se sabe de algunas condiciones que pueden aumentar el riesgo como por ejemplo:
- Sexo femenino
- Antecedentes familiares de artritis
- Lesiones y traumatismos a repetición producto de actividades deportivas o laborales (muchas estrellas del deporte sufren de artritis)
¿Qué puedo hacer para prevenir la artritis?
Aunque no hay nada que se pueda hacer para prevenir la artritis y las enfermedades reumáticas, el hecho de llevar una dieta saludable y asegurarse de practicar ejercicio con regularidad ayuda a prevenir el aumento de peso y la rigidez articular.
¿Cómo se diagnostican la artritis y las enfermedades reumáticas?
La sospecha tanto de artritis como de cualquier enfermedad reumática se basa en los síntomas y la historia médica, confirmándose en muchos casos el diagnóstico tan sólo mediante el examen físico, en especial si una articulación grande está afectada; además es posible que sea necesario realizar análisis de sangre para confirmar de que tipo de artritis se trata, en especial si es artritis reumatoide ya que el diagnóstico precoz hace la diferencia. Finalmente será necesario realizar radiografías para determinar el grado de afectación de la articulación involucrada.
¿Cómo se trata la artritis?
La mayoría de los tipos de artritis no tienen cura, aunque por fortuna se dispone de un amplio arsenal terapéutico para ayudar a que las personas con artritis tengan una vida normal. El tratamiento de cada paciente depende del tipo de artritis y la severidad de los síntomas.
Algunas personas tan sólo necesitan un programa de ejercicios diarios para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de las articulaciones, mientras que otras requieren tratamientos más complejos. En los casos de compromiso de los tejidos blandos exclusivamente, tal como sucede con el codo de tenista o el lumbago, los síntomas pueden durar muy poco y desaparecer sin necesidad de mayores medidas terapéuticas.
En los casos donde las articulaciones se tornan muy dolorosas, se puede usar alguna de las muchas drogas disponibles para aliviar el dolor y reducir la inflamación en torno a la articulación, para ello se puede echar mano de alguno de los siguientes tipos de fármacos:
- Analgésicos como el paracetamol para aliviar el dolor. Se pueden comprar en la farmacia sin receta médica
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) tales como el ibuprofeno y la aspirina, también de venta libre. En algunos tipos de artritis pueden ser necesarios AINEs más potentes los cuales deben ser indicados por el médico. Estas medicinas por lo general comienzan a trabajar en pocas horas reduciendo la inflamación y por ende el dolor.
- Esteroides, por lo general cortisona que puede administrarse bien sea por vía oral en forma de comprimidos o inyectarse directamente en la articulación afectada para obtener alivio inmediato. El problema de los esteroides es que tienen efectos adversos cuando se usan por tiempo prolongado de manera que sólo se usan en los casos más severos de artritis.
En los casos de algunos tipos de artritis como la reumatoide, se pueden usar medicamentos que modifican el curso de la enfermedad a fin de hacer más lenta su evolución y reducir la inflamación.
Una vez que se realiza el diagnóstico de artritis es muy importante hacer ejercicio regularmente de manera que se debe hablar con el médico para determinar cuál es el mejor tipo de ejercicio para cada paciente. Por lo general, la natación es muy útil aunque no es la única opción.
Además el médico puede apoyarse con un fisioterapeuta que podrá realizar tratamientos específicos de su área como masajes, acupuntura y un plan de ejercicios supervisados además de enseñarle al paciente técnicas para reducir la tensión muscular.
Si la artritis es muy severa y los tratamientos médicos no logran aliviar los síntomas, es posible que se necesite una cirugía de la articulación afectada. En la actualidad los reemplazos articulares de cadera, dedos y rodilla, son cirugías de rutina.