En la mujer la infección urinaria puede ser secundaria a múltiples orígenes, desde algunos tan simples como mala higiene, pasando por el uso de tampones, llegando hasta casos más complejos asociados a procesos crónicos como diabetes y cáncer.
Durante muchos años se ha descrito que cualquier cuerpo extraño que se encuentre en el área vaginal puede ser objeto de colonización bacteriana y esto provocar infecciones.
De esa teoría el uso de los tampones ha sido un tema controversial, por lo que hoy te brindaremos información científica que te permitirá tomar las mejores decisiones en tu higiene personal.
Los Tampones:
Considerados como artículos de higiene femenina de amplia distribución y uso a nivel mundial, tienen como objetivo principal absorber el flujo de la menstruación.
La primera referencia de uso fue hace más de 2000 años, el actual diseño como el que observaste previamente se presentó por primera vez en 1929, desde esa fecha ha tenido ligeros cambios en cuanto a forma de aplicadores y material de absorción.
La historia de estos versátiles tampones higiénicos es un tanto larga de tratar y no es el fin de este artículo, sin embargo, es importante remarcar que en sus orígenes se realizaba del material que se tuviera a mano y reservado a las clases sociales altas.
Se cree que este invento permitió la inserción de la mujer en labores recomendadas de antaño a los hombres específicamente, esto se describe en las cronologías de la II Guerra Mundial.
De la historia a la Teoría de las infecciones secundarias a su uso.
Como hemos visto la forma actual del tampón ha tenido múltiples cambios previos, hoy en día tiene una forma tubular algunos con pequeños canales laterales y en el extremo inferior dos cordeles los cuales se utilizan para su retirada del canal vaginal.
Debido a que existen múltiples teorías del por qué este dispositivo puede causar más infecciones urinarias, resumiremos la hipótesis con tres preguntas.
¿Se genera daño a las paredes vaginales con la utilización del tampón?
Debido a la dificultad para su colocación, algunas multinacionales han intentado simplificar el proceso ofreciendo aplicadores de plástico que insertan el tampón más fácilmente a la altura ideal, no obstante, la respuesta igualmente es SI.
Aunque no se perciba mediante un dolor específico o con algún tipo de sangrado, evaluaciones del tejido superficial de la vagina por medio de microscopio han demostrado que los tampones causan laceraciones en las paredes vaginales.
La vagina al ser un medio húmedo, permite el crecimiento y mantenimiento per sé de bacterias y secreciones que se mantienen en un balance perfecto.
La Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos, en una revisión bibliográfica hace mención explícitamente que las bacterias propias de la zona vaginal ayudan a evitar nuevas infecciones, pero de este enunciado surge la segunda interrogante
¿Puede el tampón contaminar el canal vaginal con nuevas bacterias?
La respuesta a dicha pregunta dependerá de las medidas higiénicas para la utilización (por ejemplo, lavarse las manos antes de la inserción) y el tiempo que se mantenga el tampón en el interior, si la colocación se hace con absoluta higiene el riesgo de infección es mínimo.
Sin embargo, si se deja durante un tiempo prolongado un tampón en el interior estaría brindando el hogar ideal a nuevas bacterias que pueden ser perjudiciales, en un medio rico en nutrientes (la sangre menstrual).
Culminamos este apartado con la tercera interrogante
¿Los dos factores antes mencionados pueden provocar una infección?
La respuesta es SI de nuevo. Si en la técnica de colocación se daña la mucosa de la vagina, se arrastran nuevas bacterias al canal vaginal debido a una mala higiene previa y por último se deja por un tiempo prolongado el tampón en el interior, tenemos la tríada perfecta para el crecimiento bacteriano el cual genera no solo infecciones vaginales sino incluso por vecindad,Infección urinaria, pudiendo ambas complicarse con el siguiente síndrome.
Síndrome de Shock Tóxico:
Esta dolencia es considerada la peor complicación reportada por el uso prolongado de los tampones vaginales. Es provocado por el crecimiento incrementado de las bacterias de la familia Staphilococcus, los cuales al liberar sus toxinas se diseminan en todo el sistema circulatorio, provocando:
- Fiebre > 38.9°C
- Dolor de cabeza intenso
- Irritación de garganta
- Dolor Muscular
- Vómitos, náuseas y diarrea
- Erupción en palmas y extremidades
- Descamación de piel en las palmas de las manos y parte plantar de los pies
- Afectación renal y cardíaca
¿Que tipo de infecciones favorece el tampón?
En la revista cubana Scielo, en sus artículos de medicina integral, describen que dentro de los factores que favorecen el aparecimiento de infecciones urinarias en mujeres, uno de ellos son los tampones.
Estos utensilios por los mecanismos que ya vimos, provocan infecciones del tracto urinario inferior, entre estas:
Infecciones vaginales y cervicales:
Tampones VS Copa Menstrual
Hoy en día son cada vez menos las mujeres que optan por utilizar tampones, ya que existen en el mercado alternativas no perjudiciales para la salud como las copas menstruales, las cuales conllevan un sinnúmero más de ventajas adicionales. Sin embargo, muchas otras mujeres, ya sea por miedo o desconocimiento sobre el producto o su propio cuerpo, rechazan el uso de los métodos alternativos a los tradicionales, con el consecutivo deterioro a la salud que sufren en cada período menstrual.
La copa menstrual realmente no es un invento reciente, tras multitud de pruebas con materiales diferentes se crearon las primeras copas menstruales en 1930, fabricada en látex, bastante rígidas y de gran tamaño.
Actualmente las copas menstruales han avanzado tecnológicamente de mano de la ciencia y la medicina. Las copas menstruales SILEU se fabrican en silicona de grado médico, la misma silicona que utilizan los médicos en implantes, próstesis y material quirúrgico. Se fabrican en dos tallas y en varios modelos y flexibilidades, todo ello pensado para ofrecer a cada mujer una solución optima y personalizada a su cuerpo y su ciclo menstrual.
Aparte, la silicona de grado médico es un material estéril, por lo que se evitan alergias, se ajustan a la perfección a cada cuerpo y en su superficie no pueden vivir las bacterias si se sigue un sencillo mantenimiento, por lo cual se evita las incidencias tanto de las infecciones urinarias como infecciones vaginales y la temida candidiasis.
Otra ventaja es que este método, a diferencia de los tampones, no provoca lesiones ni reseca las paredes vaginales, por lo que ayuda al mantenimiento de la flora vaginal.
Los tampones están fabricados con algodón blanqueado con químicos tóxicos que suelen dejar fibras en el interior de la vagina. Con el uso de la copa menstrual también evitas esto, ya que no deja ningún resto en el interior, y en su fabricación no se utiliza ningún químico. SILEU ha testado todas sus copas menstruales mediante laboratorios independientes europeos y no se ha encontrado ninguna sustancia de las denominadas SVHC (Sustancias altamente preocupantes por sus siglas en inglés) en ellas, por lo que su uso es totalmente seguro para la salud.
En una revisión publicada en la Biblioteca Cochrane, un estudio aleatorizado tipo experimental puso a prueba las copas menstruales vs los tampones, encontrando que las usuarias se sintieron más a gusto con la copa menstrual, haciendo la única observación que en comparación con el tampón se veía un poco más grande.
Sin embargo el material y la versatilidad en la forma de limpiarlas y esterilizarlas así como el beneficio vs costo (una mujer gasta de media 240 € al año en productos para la regla, frente a los 10 -15 € que cuesta una copa que dura 10 años).
Por todo lo anterior te recomendamos su uso, ¡anímate a conocer nuevos métodos de higiene personal!