La osteoartritis se trata de la forma más frecuente de artritis, conocida también como enfermedad degenerativa de la articulación. Esta enfermedad es más común después de los 45 años de edad, siendo predominante en mujeres. Por lo común, afecta a las articulaciones que llevan carga tales como las rodillas, cadera, columna vertebral y articulaciones del pie.
Sin embargo, es posible que se presente también en articulaciones más pequeñas tales como las de los dedos, donde se presentan unas masas llamadas nódulos de Heberden (nódulos dolorosos compuestos por hueso ubicados al final de los dedos), los cuales hacen que las manos se vean llenas de nudos y algo deformes.
La osteoartritis de la mano es más común cuando las mujeres llegan a la menopausia.
¿Qué causa la osteoartritis?
La osteoartritis aparece conforme envejecemos (generalmente después de los 40 años) cuando el cartílago, que es el tejido blando que protege las superficies del hueso del roce, se hace más débil. Conforme la enfermedad avanza, los huesos comienzan a rozar entre sí cuando se mueve la articulación, lo que hace que estos se desgasten y liberen fragmentos que comienzan a crecer de manera separada, formando lo que se conoce como osteofitos en varios puntos de la articulación.
Esta se inflama y se torna dolorosa, presentando dificultad para el movimiento. En la mayoría de los casos no se logra identificar la causa exacta de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
Los síntomas de osteoartritis varía de paciente a paciente y, mientras algunas personas llegan a estar incapacitadas a consecuencia de la enfermedad, otras son casi asintomáticas, en este sentido el espectro de síntomas puede incluir:
- Aumento de volumen e inflamación de una o más articulaciones.
- Rigidez periarticular.
- Dolor constante o recurrente de la articulación.
- Dificultad repentina para mover una articulación.
- Se puede oír un sonido similar a un chasquido cuando se moviliza la articulación.
Los síntomas de osteoartritis tienden a empeorar a lo largo del día, así como en climas húmedos y luego de largos períodos de inactividad, como por ejemplo al estar sentado por dos horas en una sala de cine.
Si sufres de osteoartritis de rodilla puedes comenzar a cojear. Asimismo, a lo largo de los años puede producir deformidad de la articulación afectada. Las personas mayores que han sufrido osteoartritis de ambas rodillas por muchos años pueden desarrollar curvaturas anormales de las piernas lo cual llega a interferir con la marcha.
¿Tengo riesgo de sufrir de osteoartritis?
Estás en riesgo de sufrir osteoartritis si:
- Tiene sobrepeso; en estos casos las articulaciones que más se afectan son las rodillas ya que son las que deben llevar en gran medida el exceso de peso.
- Eres mujer.
- Has sufrido lesiones a repetición o fracturas.
- Hay sobreuso o estrés constante de cierta articulación como suele suceder con algunos pasatiempos, deportes o actividades laborales; de hecho, la osteoartritis es muy común en ex-deportistas.
¿Hay algo que pueda hacer para prevenir la osteoartritis?
Aunque no hay nada específico que se pueda hacer para prevenir este tipo de artritis, el hecho de tener una dieta saludable y mantener un peso adecuado disminuye las posibilidades de padecerla en las grandes articulaciones. Además, debes asegurarte de ejercitarte regularmente para prevenir tanto el aumento de peso como la rigidez de las articulaciones.
¿Cómo se diagnostica esta patología?
Generalmente, la sospecha clínica se basa en los síntomas y el historial médico del paciente así como en los hallazgos del examen físico articular, en especial cuando está involucrada una articulación grande. Para confirmar el diagnóstico suele ser suficiente una radiografía de la articulación comprometida, la cual además ayuda a determinar la severidad del caso.
Aunque no existen exámenes de sangre específicos para la osteoartritis, es posible que se soliciten algunas pruebas para descartar la presencia de otros tipos de artritis.
¿Cómo evoluciona la osteoartritis?
La osteoartritis suele progresar lentamente a lo largo de los años, siendo común que no pase de una molestia leve que no impide que las personas lleven una vida normal. Aún así, su presentación varía ampliamente de persona a persona y aún cuando algunos presenten síntomas muy leves, otros pueden llegar a tener serias dificultades para mover la articulación hasta el punto de discapacitar al enfermo.
Por fortuna, la evolución a una condición discapacitante con serias deformidades no es muy común y en la mayoría de los casos los síntomas mejoran con los tratamientos disponibles.
Tratamientos para la osteoartritis
No existe cura para la mayoría de las artritis. Sin embargo, existen muchos tratamientos destinados a aliviar el dolor, mejorar la movilidad de la articulación y ayudar a llevar un estilo de vida normal. Muchas personas tan sólo necesitan un programa de ejercicios diarios para mejorar el dolor y la movilidad de la articulación.
Es muy importante mantenerse en forma para controlar la osteoartritis, así pues el ejercicio puede ayudar a reducir el peso, fortalece los músculos que circundan las articulaciones y mejora el movimiento de estas últimas. Trata de realizar ejercicios de bajo impacto sobre las articulaciones tales como la natación, la marcha o la bicicleta estática.
Para ayuda profesional, es útil consultar con un fisioterapeuta quien está en capacidad de indicar cuales son las rutinas de ejercicio adecuadas para mantener los músculos fuertes y promover la movilidad, además se puede obtener alivio temporal del dolor mediante medidas físicas tales como la aplicación de calor local sobre las articulaciones comprometidas.
Si aún así el dolor es muy intenso, será necesario usar medicamentos para reducir la inflamación de la articulación entonces será necesario recibir una prescripción de alguno de los tres tipos de medicamentos siguientes:
- Analgésicos como el paracetamol para aliviar el dolor, suelen ser medicinas de venta libre en las farmacias.
- Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) tales como el ibuprofeno y la aspirina, algunos de venta libre (los más suaves) aunque existen AINEs más potentes que sólo son expedidos con receta médica. Estos medicamentos suelen comenzar a actuar en pocas horas reduciendo la inflamación y por tanto el dolor, sin embargo su uso por tiempo prolongado puede causar problemas gástricos.
- Esteroides, por lo general cortisona, administrados bien sea por vía oral o inyectados directamente en la articulación afectada para lograr alivio inmediato. Los esteroides también tienen efectos secundarios cuando se usan por tiempo prolongado por lo que suelen reservarse sólo para los casos más severos de artritis.
En ocasiones se pueden indicar dispositivos ortopédicos para darle soporte a las articulaciones afectadas y prevenir así que sufran daños irreversibles. Además, es útil el uso del bastón para reducir la carga de peso y la tensión sobre una articulación grande como la rodilla o cadera cuando esta se encuentra afectada por la osteoartritis.
En estos casos el profesional sanitario es el encargado de enseñarle al paciente como usar el bastón adecuadamente.
En los casos más severos de artritis será necesario realizar cirugía para reemplazar la articulación enferma. En la actualidad los reemplazos articulares de rodilla y cadera son intervenciones quirúrgicas muy comunes y bastante seguras.