Descripción
Es fundamental que todas las personas conozcamos nuestro propio grupo sanguíneo y el de nuestros familiares y allegados más próximos. Hay muchas ocasiones en que este conocimiento es fundamental, como por ejemplo, si usted o un miembro de su familia necesitase una transfusión de sangre o un trasplante de órganos de forma urgente será muy útil conocer el grupo sanguíneo de antemano. Si se trata de un grupo sanguíneo raro se ganaría un tiempo muy valioso para que el hospital contase con los recursos adecuados y pudiese prestar una atención más óptima rápidamente, eso puede marcar una diferencia vital. Viajar a cualquier parte, pero en concreto al extranjero llevando una tarjeta con el grupo sanguíneo también puede ser muy importante. Los accidentes y otras emergencias a menudo se pueden tratar de forma más eficiente con el conocimiento del grupo sanguíneo de la persona o personas involucradas.
Hay 4 grupos sanguíneos principales – A, B, AB y 0 – (ABO), de los cuales el gupo 0 es el más frecuente (47% de la población). El tipo de sangre se determina por unas proteínas presentes en la superficie de los glóbulos rojos que se llaman antígenos. Si usted tiene el antígeno A en los glóbulos rojos, entonces usted tiene la sangre tipo A. Cuando el antígeno B está presente, usted tiene sangre tipo B, cuando ambos (A y B) están presentes, usted tiene sangre tipo AB. Cuando no están presentes ninguno de ellos, usted tiene sangre tipo 0. El siguiente sistema de clasificación (positivo o negativo) se determina mediante los factores Rhesus. El factor Rhesus D, el más importante, se encuentra en la sangre del 85% de las personas y se le conoce como Rh positivo. El 15% restante son Rhesus negativo. De esta manera, el grupo sanguíneo de una persona se clasifica mediante estos dos parámetros, por ejemplo, AB negativo o 0 positivo.