La sífilis es una enfermedad de trasmisión sexual causada por una bacteria llamada Treponema Pallidum; no se trata de una infección común en la Unión Europea siendo la mayoría de los casos detectados contraídos en otros áreas donde la enfermedad es aún un problema frecuente. La sífilis se desarrolla en tres etapas:
- Etapa 1 – conocida como Sífilis Primaria.
- Etapa 2 – conocida como Sífilis Secundaria.
- Etapa 3 – conocida como Estado Latente o Sífilis Terciaria.
¿Cómo se transmite la sífilis y cómo puedo evitarla?
Esta enfermedad se contagia a través del contacto sexual, incluyendo el sexo oral, además puede transmitirse de la madre al feto. Puede prevenirse mediante el uso correcto y consuetudinario del preservativo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de sífilis son diferentes dependiendo de la etapa de la enfermedad siendo la primera y segunda etapas especialmente contagiosas.
Los síntomas de la Sífilis Primaria pueden tardar hasta 3 meses en aparecer después de la infección inicial y en general estos incluyen:
- Úlceras rojas sin dolor en el lugar donde la bacteria entró en el cuerpo, por lo general la vagina, vulva, ano, pene o boca. Estas úlceras son conocidas como “chancro” y desaparecen después de 2 a 6 semanas aún sin tratamiento alguno.
Los síntomas de la Sífilis Secundaria aparecen varias semanas después de que la lesión inicial aparece y siempre que no se reciba ningún tratamiento.
- Erupción no pruriginosa en las palmas de las manos y las plantas de los pies, aunque en ocasiones puede cubrir todo el cuerpo.
- Síntomas similares a los del resfriado común tales como fiebre, dolor de garganta, dolores musculares y pérdida de apetito.
- Alopecia areata.
Los signos de sífilis secundaria puede ir y venir durante los siguientes 1 a 2 años. El tratamiento en cualquier momento durante la primera y segunda etapa curará la infección, por lo que es importante consultar con su médico o una clínica especializada en patología genito-urinaria si tiene alguno de estos síntomas a fin de evitar la evolución de la sífilis hacia el estado latente.
Los síntomas de la Sífilis Terciaria o Latente se desarrollan cuando esta ha evolucionado sin tratamiento por un período de años. En esta etapa la sífilis se disemina a todo el organismo afectando el corazón, los músculos, cerebro y sistema nervioso central. La sífilis terciaria es muy infrecuente dado que por lo general la enfermedad ha sido diagnosticada y tratada en las etapas previas. En este momento ya la sífilis no es contagiosa y puede extenderse por años e incluso décadas llevando a enfermedad mental, ceguera, impotencia, enfermedad cardíaca, vértigo e incluso la muerte.
¿Cómo se diagnostica la sífilis?
El médico por lo general comenzará con un examen físico completo, si las úlceras están presentes será necesario tomar una muestra del fluido la cual será analizada con un microscopio; además se realizará una prueba de sangre para confirmar el diagnóstico.
Tratamientos disponibles para esta enfermedad
En las primeras dos etapas la sífilis se trata fácilmente con antibióticos por vía oral o inyecciones de penicilina, además es posible que le prescriban una loción para las úlceras en la piel. Asegúrese de que su pareja sexual también sea examinada y tratada si es necesario para evitar así la reinfección.
Después del tratamiento debe realizar exámenes de sangre regulares durante los siguientes dos años para asegurarse que la sífilis ha desaparecido por completo. Una vez que la sífilis ha sido tratada con éxito esta no volverá a aparecer a menos que exista una re-infección; así mismo si se recibe tratamiento durante la sífilis terciaria esta puede ser curada sin embargo, en caso de existir daño al corazón, el cerebro o el sistema nervioso antes del tratamiento, este puede ser irreversible.
¿Cómo afecta a largo plazo el haber sufrido sífilis?
Si una mujer embarazada padece sífilis y no es tratada, la infección puede pasar al feto, además pueden presentarse aborto espontáneo y muerte fetal aparte de la posibilidad de que el recién nacido tenga sífilis. Los niños que nacen con sífilis pueden tener síntomas al nacer, aunque la mayoría los desarrolla más tarde; estos síntomas incluyen úlceras en la piel, erupción, fiebre, anemia y varias deformidades. Al crecer, los niños infectados pueden desarrollar síntomas de sífilis terciaria incluyendo daño a sus huesos y cerebro.
