El asma es una enfermedad inflamatoria crónica del pulmón. Se estima que existen varios miles de millones de asmáticos en el mundo, siendo una situación cada vez más común. De hecho, se trata del principal motivo de hospitalización de niños y una de las causas más frecuentes de consulta de los adultos. Aún en nuestros días aún hay muertes a causa de ataques de asma, aunque por fortuna la mayoría de las personas que padecen esta enfermedad podrán llevar una vida normal.

La palabra Asma deriva de un vocablo griego cuyo significado es “respiración difícil”.

 

El es asma es una condición que afecta las vías aéreas (los conductos por donde se respira), de los cuales la tráquea es el conducto principal. Esta se divide al final en dos tubos conocidos como bronquios: uno derecho y uno izquierdo, los cuales, a su vez, se dividen en tubos cada vez más pequeños conocidos como bronquiolos.

El aire pasa por todos estos tubos para llevar oxígeno a cada rincón del pulmón. En el caso de quienes padecen asma, el recubrimiento interno (mucosa) de estos tubos es muy sensible y por lo general siempre tienen cierto grado de inflamación.

¿Qué causa los ataques de asma?

Tal como sucede con el eccema y la fiebre del heno, existe un patrón hereditario, así que es posible que los pacientes asmáticos tengan antecedentes familiares de fiebre del heno, eccema, asma o una combinación de todas. El asma puede afectar a cualquier persona a cualquier edad, aunque por lo común comienza durante la infancia y tiende a mejorar o desaparecer del todo hacia la adolescencia.

Además del factor herediatario, se ha determinado que el asma está asociada al hecho de que la madre fume durante el embarazo.

Uno de los cambios más comunes en la mucosa de la vía área de los asmáticos es que estos reaccionan de manera desproporcionada (son muy sensibles) a varias sustancias irritantes entre los que se cuentan:

  • Gripe, resfriado, virus
  • Ejercicio
  • Reir, así como cualquier emoción intensa
  • Humo del cigarrillo
  • Ciertas condiciones climáticas
  • Cambios de temperatura
  • Irritantes químicos como los aerosoles, atomizadores y contaminantes del aire producto de la industria y el escape de los vehículos automotores
  • Alergias (ver más abajo)

Las sustancias que causan alergias se conocen como alérgenos y estos pueden desencadenar ataques de asma. Por lo general, los alérgenos vinculados con más frecuencia al asma son las esporas del moho, el polen, las mascotas y en algunos casos ciertos alimentos.

Sin embargo, los ácaros del polvo son por mucho, la causa más frecuente de ataques de asma, habiéndose determinado que más del 85% de los pacientes asmáticos son sensibles a los ácaros, específicamente a sus deposiciones. Los ácaros del polvo son trasparentes y muy pequeños, de manera que sólo son visibles mediante un microscopio. Por lo general viven y se alimentan en las áreas donde se acumula polvo dentro de la casa y a pesar de lo pulcra que sea una vivienda, no existe un hogar donde no se encuentren ácaros.

Los desencadenantes de los ataques de asma son diferentes en cada persona e, incluso, es posible que la crisis de asma de un paciente en particular pueda tener varios desencadenantes.

¿Cuáles son los principales síntomas del asma?

Los síntomas del asma se presentan cuando las células en los pulmones reaccionan a cierto desencadenante, lo cual hace que los músculos que rodean los bronquios se contraigan y que la mucosa se inflame, produciéndose además exceso de moco (flema). Todos estos factores contribuyen a que el diámetro de los bronquios disminuya y por tanto, la cantidad de aire que puede entrar al pulmón es menor, dando como resultado que aparezcan los síntomas cardinales del asma: la dificultad para respirar y la tos.

La intensidad de los síntomas puede variar y ser muy similar a la de otras enfermedades respiratorias. Sin embargo, por lo general los síntomas son los siguientes:

Dificultad para respirar La dificultad para respirar y la sensación de opresión torácica son los síntomas más comunes del asma, aunque la severidad de los mismos varía de persona a persona. Desafortunadamente, es muy difícil predecir cómo las diferentes situaciones afectarán a un paciente en particular en cada momento de su vida, ya que en ocasiones los asmáticos pueden tener una vida totalmente normal y en otras necesitan atención médica urgente.

Tos – La tos nocturna es muy común entre los pacientes asmáticos. En los casos donde se padece de asma y se fuma es más probable que además de la tos se presenten otros problemas pulmonares como la bronquitis al punto que en ocasiones es difícil establecer la diferencia entre bronquitis y asma.

En estos casos, tal como en cualquier otra enfermedad, es muy importante realizar un diagnóstico correcto ya que la bronquitis necesita ser tratada con antibióticos mientras que el asma no.

Sibilancias – Quien sufre de ataques de asma está familiarizado con las sibilancias al dormir. Esto es muy común entre los asmáticos y es consecuencia del aire que pasa de manera forzada a través de la vía aérea inflamada.

¿Cómo puedo saber si tendré un ataque severo de asma y cuánto durará la crisis?

Si se comienzan a sentir síntomas de agotamiento severos al hablar o la respiración en reposo es laboriosa, es necesario buscar atención médica de inmediato.

Además, es posible darse cuenta si el asma no está siendo bien controlada cuando los medicamentos parecen ser menos efectivos ya que la tos o las sibilancias despiertan al paciente por la noche o no logran mantener sus rutinas diarias debido a la dificultad para respirar, incluso interfiriendo en algunos casos con la alimentación y la comunicación. Si la persona siente que el asma no está bien controlada, debería consultar con su médico a la brevedad posible.

Los ataques de asma pueden aparecer de manera súbita o tomar varios días en aparecer. La duración de un ataque depende de la severidad de los síntomas. En este sentido, un ataque leve puede durar pocas horas mientras que uno severo puede extenderse por días.

Por fortuna, la mayoría de los ataques de asma se pueden controlar con medicamentos.

¿Cómo se diagnostica el asma?

El asma por lo general se diagnostica con base en los síntomas, como por ejemplo, tos persistente asociada a sibilancias durante o después de la actividad física. La prueba principal para confirmar el diagnóstico es la medición del flujo pico (FP) la cual se realiza con un instrumento diseñado para tal fin.

La prueba se realiza soplando dentro de un tubo que está unido a una escala la cual indica la cantidad de aire expulsado cuando el paciente sopla con toda su fuerza.

¿Cómo se trata esta condición?

En la actualidad no existe cura para el asma, aunque se dispone de múltiples tratamientos muy efectivos para aliviar los síntomas. La mayoría de los síntomas del asma vienen en forma de inhaladores: la mejor manera de asegurarse que una cantidad pequeña de medicamento llegue directamente al pulmón.

En este sentido, existen diferentes tipos de inhaladores aunque los más usados son los de aerosol (inhaladores de polvo seco). En algunos casos resulta complicado coordinar la respiración con el momento justo en que se activa el inhalador, siendo entonces necesario usar una cámara espaciadora en la cual se almacena el aerosol mientras el paciente respira por una mascarilla colocada en el dispositivo, asegurándose así que la cantidad de medicamento que llega a los pulmones es la máxima.

Todos los medicamentos que se usan en el tratamiento del asma se expenden exclusivamente con indicación médica, estando disponibles dos grupos de fármacos para tal fin:

Los medicamentos para aliviar los síntomas del asma suelen venir en inhaladores azules de acción rápida y su acción es relajar el músculo de la vía aérea y por tanto permitir que la persona respire con más facilidad.

Estos medicamentos deben usarse sólo cuando aparecen los síntomas o después de hacer ejercicio, en especial cuando las crisis aparecen después de la actividad física intensa. El uso de los inhaladores no reduce la inflamación de la vía aérea por lo que si es necesario usar este tipo de inhalador más de tres veces por semana es muy posible que sea necesario emplear medicamentos para prevenir los síntomas.

En la actualidad se cuentan con medicamentos de esta clase que tienen un efecto más prolongado por lo que se necesita usarlos sólo un par de veces al día para lograr el efecto máximo. Es posible que el médico indique una combinación de medicamentos (para prevenir y para aliviar los síntomas) cuando no es posible controlar los ataques sólo con los medicamentos para prevención.

Medicamentos para prevenir los síntomas del asma

Cigarrillo, Fumar, Adicción, Insalubre

Los medicamentos para prevenir la crisis de asma trabajan de manera diferente a los empleados para aliviar los síntomas, ya que controlan la inflamación de la vía área y disminuyen su sensibilidad al desencadenante

La mayoría de los medicamentos usados para prevenir el asma contienen esteroides y los inhaladores suelen ser marrones, rojos o naranja. Además, existen fármacos no esteroideos para prevenir las crisis de asma, los cuales se deben usar de manera regular, por lo general 3 a 4 veces al día. Sin embargo, estos no son tan efectivos como los esteroides.

La mayoría de las personas se preocupa por el hecho de tener que usar esteroides debido a los efectos adversos, aunque en el caso particular de los inhaladores esto resulta infundado dado que la cantidad de fármaco empleada es mínima y tan sólo una cantidad ínfima se absorbe, de manera que prácticamente todo el medicamento se queda en el pulmón ejerciendo su efecto.

Así pues, el riesgo de efectos adversos de los esteroides por esta vía de administración es bajo, aunque no nulo, de manera que pueden presentarse reacciones colaterales como tos, boca seca, cambios en la voz o infección de la garganta. Estos efectos colaterales se pueden reducir al lavar la boca con agua después de la inhalación.

Por otra parte existen tratamientos comibnados que incluyen una droga de acción prolognada para aliviar los síntomas y una para prevención, ambas combinadas en el mismo inhalador. En todos los casos, el médico indicará al paciente cual es el mejor inhalador para su caso.

En los casos donde los ataques de asma son muy severos, puede ser necesario usar un curso corto de esteroides por vía oral combinados con el inhalador. Estos esteroides ejercen su efecto rápidamente y desinflaman la vía aérea.

En los casos de asma severa es posible que sea necesario usar los esteroides por vía oral por tiempo más prolongado lo cual puede acarrear efectos adversos indeseables como el aumento de peso, la osteoporosis, alteraciones de la piel y fragilidad capilar lo cual hace que aparezcan hematomas con más facilidad.

Cómo controlar los alérgenicos que inducen a los ataques de asma

Se puede intentar identificar los elementos que desencadenan las crisis. El médico puede ayudar y una vez identificados, se deben evitar los desencadenantes. Además, se debe cumplir el tratamiento al pie de la letra y mantener los inhaladores siempre a la mano. Si se es alérgico a los ácaros es útil lo siguiente:

  • Eliminar las alfombras y dejar pisos de madera o vinilo
  • Aspirar los muebles con regularidad u optar por tapizados de cuero o vinilo
  • Colocar cortinas ligeras lavables de manera que se puedan lavar con regularidad
  • Aspirar con frecuencia toda la casa a fin de disminuir la población de ácaros del polvo.
  • Colocar los peluches de los niños en una bolsa plástica y dejarlos en el congelador por 12 horas una vez al mes o lavarlos con agua caliente frecuentemente a fin de eliminar los ácaros
  • Lavar la lencería y cobertores con agua caliente al menos una vez por semana
  • Comprar forros especiales anti ácaros para los colchones y las almohadas

Otras estrategias que pueden ayudar a controlar los ataques de asma incluyen:

  • Asegurarse de llevar una dieta saludable que incluya muchas frutas y vegetales frescos que contengan vitaminas C.
  • Mantener la casa bien ventilada
  • Todos los pacientes asmáticos mayores de 2 años deben ser vacunados contra la influenza
  • No tener mascotas y si se tienen, mantenerlas en las áreas externas de la casa, en especial si se es alérgico a ellas
  • No fumar y evitar la exposición al humo del cigarrillo así como al aire viciado dado que esto empeora el asma
  • Usar una bufanda sobre la cara en los días fríos y ventosos
  • Evitar salir al mediodía cuando hay mucho calor y humedad
  • Al salir de vacaciones notificarlo al médico de manera que indique como manejar una crisis de asma mientras se está lejos, además es posible que indique un curso de esteroides por vía oral para tenerlo a mano en caso de una emergencia

Los síntomas del asma pueden aparecer en cualquier momento del día y en cualquier lugar, por lo que es muy importante que los pacientes sepan qué hacer cuando aparecen los síntomas para que estos no empeoren.

En ciertos casos, el paciente puede llevar su propio medidor de flujo pico para poder manejar su enfermedad por sí mismo. Si es así se debe llevar un registro en una tabla de todos los resultados a fin de tener una idea clara de como va el control del asma. Estas gráficas permitirán tanto al paciente como al personal sanitario determinar que tan bien se está controlad o el asma y por tanto podrán tomar decisiones en cuanto al incremento/reducción de los medicamentos.

Qué hacer durante un ataque de asma

  • Usar el inhalador para mejorar los síntomas de inmediato
  • Mantenerse tan calmado como sea posible
  • Sentarse o acostarse

Esperar entre 5 y 10 minutos, si los síntomas desaparecen debería ser posible continuar con lo que se estaba haciendo, sin embargo en caso que el tratamiento no surta efecto después de 10 minutos debería procederse de la siguiente manera:

  • Comunicarse con el médico o con los servicios de emergencia
  • Continuar con el inhalador cada cinco minutos hasta que llegue la ayuda.

¿Qué debo hacer si alguien tiene un ataque de asma?

Si se está con alguien que tiene una crisis de asma, lo más importante es mantenerse calmado y asegurarse que la persona use su inhalador. Además, se le debe recordar que respire lentamente.

Si la persona está muy estresada, no es capaz de hablar o el inhalador no ha dado resultados después de 10 minutos debería llamarse al médico, una ambulancia o los servicios de emergencia de inmediato.